por Miguel Horacio | Dic 7, 2016 | ángel, Poder de Dios, Profecía
Mi último viaje del año fue al hermosísimo país de Costa Rica. Me tocó acompañarles mientras sufrían el ataque del Huracán Otto. Ellos tenían años que no recibían algo de tal magnitud y esto hizo que el miedo y la angustia intentaran dañar los eventos planificados para reavivar la fe con nuestra visita.
Me acompañaba en este viaje mi amigo Sergio Soto. Fuimos invitados por el Consejo Nacional de Jóvenes de la Renovación Carismática de este país. Es para mi un honor servir al Rey Jesús al lado de personas como Sergio (México), Francisco Javier, Hellen y Luis Francisco, Nelson, Mary y su preciosísima familia con el pequeño Matías. Estoy tan agradecido de participar en la escritura de una nueva etapa histórica en la Renovación Juvenil de Costa Rica.
Mientras estuvimos allá a Sergio y a mi nos tocó impartir un taller de carismas a servidores de distintas regiones de ese país. Personas con años participando en la Renovación Carismática pero aparentemente en un ambiente de renovación pero sin carismas. PERO sin carismas no hay verdadera renovación. El Señor no se hizo esperar en medio de estos servidores el Señor se derramó con Poder, sanando y repartiendo carismas novedosos y muy fuera de la experiencia de ellos.
Allí experimenté, ví, la presencia de un ángel que había visto el fin de semana anterior junto a mi obispo en la visita a New York (Estados Unidos). (si quieres leer sobre mi viaje con mi obispo https://miguelhoracio.com/viajando-con-mi-obispo/ ) En la ciudad de New York en un momento de oración con servidores vi que entraron tres ángeles gigantes y uno de ellos tenía en una de sus manos una especie de pergamino y en otra una pluma para escribir, los otros dos estaban con armadura y espada. En mi interior pregunté: “¿Qué está pasando?” y sentí que Dios me dijo: “Los ángeles armados vienen a defender lo que aquí comienza y el escribano es quien toma nota de las nuevas historias”. ¡Wow! ¡Triple wow!
El Ángel de las nuevas historias. No sabía que había un ángel así. Esto me ha abierto una nueva dimensión en mi fe. El ángel que toma nota cuando alguien se convierte. El ángel que escribe los testimonios de milagros. El ángel que anota cuando los representantes/servidores de un país retoman una nueva apertura en el Espíritu que obviamente provocará un cambio radical en la espiritualidad y en las decisiones no sólo de la Iglesia sino de todo el país. Además que Dios es el Dios de la Nueva Historia. Jesús es la Nueva Historia de la Humanidad. Es mi Nueva Historia.
Vuelvo a Costa Rica, mientras orábamos con los servidores de este país. Ví de nuevo a estos ángeles. Los guardianes de las nuevas historias con Dios y al Santo Escribano. Ya no tuve que preguntar qué hacían allí. Estaban para lo mismo que en New York. Algo nuevo estaba surgiendo allí también. Esta experiencia con los ángeles del Cielo me da un sentido profético.
Ustedes saben que en New York hay latinos de toda latinoamérica, en el evento que tuvimos allí había representantes de toda América Latina.
Lo que siento como una profecía, a través de la presencia de estos ángeles, servidores de Dios es que algo nuevo está surgiendo en latinoamérica. Algo que alumbrará y asombrará a toda la tierra. ¡Gracias Señor! ¡Gracias por este año 2016! ¡Mientras más te veo actuar más te amo!
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por Miguel Horacio | Nov 23, 2016 | Bautismo en el Espíritu Santo, frase, Frases, Oración, Poder de Dios
Este fin de semana pasado estuve en la ciudad de Nueva York en el 1er Congreso Carismático Católico Hispano de esta gran ciudad (y andaba con mi obispo). Fue un fin de semana poderoso entre prédicas, talleres, risas, momentos de oración, lágrimas, sanación, liberación, etc…
Es una real bendición tener un obispo con corazón de pastor. En un momento dijo: “Mi carisma es confirmar la fe que tienes y lo que haces”. Al decirlo me vino una lluvia de recuerdos de conversaciones que hemos tenido y como me ha corregido, consolado y animado por años. Poder presentarle a amigos y amigas que tengo en NY y que ellos percibieran de primera mano a este pastor y a la vez que él pudiera conocer a personas tan maravillosas fue un honor. Y sobre todo ver al Señor actuar con Poder en medio nuestro.
“La enfermedad no es de Dios. En cierta forma detrás de cada enfermedad está el diablo”. Dijo Monseñor De La Rosa en una de sus prédicas. Definitivamente es una confirmación a mi fe y a lo que he estado predicando por años. Escuchar a mi obispo decirlo frente a cientos de personas es potente, confirmador, emocionante. En un momento alguien se nos acerca y nos pide oración y el me mira diciéndome: “Tu dirige la oración”. Mientras los dos imponíamos las manos sobre la persona. Ahí caí en la cuenta que después de años conociéndonos fue la primera vez que mi obispo y yo oramos cara a cara por alguien. Ya lo habíamos hecho desde alguna tarima y junto a otras personas pero nunca así como en este fin de semana.
Tuvimos un momento de oración por el Bautismo en el Espíritu luego de una de sus prédicas sobre lo que es la Renovación Carismática. La oración la dirigíamos el Padre Eduardo y yo. De repente se nos acerca Monseñor y toma el micrófono para motivar a los presentes que no habían recibido el carisma de orar en lenguas a que se atrevieran a pedirlo en ese momento, diciéndonos que este es uno de los tantos signos que indican que una persona ha sido bautizada por el Espíritu. Pero verlo a él hacerlo y animarnos a orar en lenguas fue una bendición.
Todos los días hacíamos desde la tarima oración de sanación. Una de sus más grandes preocupaciones o más bien ocupaciones es que ante tanta gente con grandes necesidades puedan experimentar el Gran Poder de Amor que tiene Jesús para sanar al que sufre. En uno de estos momentos de oración habíamos 5 personas dirigiendo la oración y el detrás animándonos. Entre ellos el Padre Joseph Espaillat (Director Hispano de la Renovación Carismática en NYC).
Nos hicieron la cortesía de hospedarnos en un hotel, todas las mañanas Monseñor y yo nos juntábamos en el pequeño restaurante del hotel para desayunar. Uno de esos días una de las personas que nos servía el desayuno me pregunta frente a él: “¿Es tu papá?” Yo lo miro, me sonrio y le digo: “Es como si lo fuera. Es mi obispo”. Inmediatamente dijo: “¡Bendígame por favor!” Y allí en medio de todos oró por ella. En fin, estoy como niño después de volver de viaje con una de las personas más importantes en su vida. Una bendición para mi el haber estado con él.
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por Miguel Horacio | Sep 5, 2016 | Reino de Dios
Imagínate cuando Malco llega a su casa. Sangre en su cara y en su ropa. Impresionado por lo ocurrido. La Palabra de Dios nos relata como Pedro le hirió. Jesús reprende a Pedro, le ordena guardar la espada y le reconstruye milagrosamente la oreja al herido (Jn 18,10-11).
Malco representaba a las personas que rechazaban a Jesús. Aparentemente ‘era del equipo contrario’. Aquí vemos como Jesús trató y sigue tratando a las personas que nosotros vemos como del ‘equipo contrario’. Jesús lo sanó.
Al llegar a su casa, su familia debió alarmarse. “¿Qué pasó?”. “Me cortaron una oreja”. Curiosamente la tenía. Nadie entendía nada. “¡Explícanos!”. Contó como iba con los demás de ‘su equipo’ y se acercaron a Jesús y sus seguidores. Uno de ellos estaba armado con una espada y le cortó. Me imagino que dijo: “Gracias a Dios no sabía usarla, porque me habría cortado la cabeza en vez de la oreja”.
Entonces vino Jesús. Malco nunca lo había visto tan de cerca. Cara a Cara. Dijo: “Me sanó la oreja. No puedo explicar cómo, pero lo hizo. Me di cuenta que Jesús es muy distinto a sus seguidores”.
La Palabra de Dios, una espada que sana
El objetivo de la Palabra de Dios es salvar. No condenar (Jn 3,17). Sanar, no herir. S. Pablo nos dice que la Palabra de Dios es una espada (Ef 6,17) Pero no para luchar contra personas de carne y hueso, sino para combatir contra ‘malignas fuerzas espirituales’. La Espada de la Palabra de Dios no es para cortar orejas. Debemos cuidarnos de dar el uso contrario a lo que Dios nos da.
No sabemos cual espada Pablo tenía en mente cuando escribió esto. Los soldados tenían dos espadas. Una larga y otra corta para luchar de cerca. Pero la espada corta también tenia una función sanadora, pues era la espada usada para sacar los dardos que se les podían pegar en la lucha. Si un soldado era herido, tomaba su espada corta y el mismo se sacaba el dardo que el enemigo le había clavado.
De la misma forma, el Espíritu Santo nos da estas espadas cortas, para que la apliquemos en las áreas de nuestra vida en la que el enemigo nos ha pegado algún dardo. Esta espada es para sanarnos y para que podamos sanar a otros. No es para pelear contra ‘los del equipo contrario’ a menos que sean espíritus malos. Ninguna persona de ‘carne y hueso’ es nuestro enemigo. El diablo sí. ¡Cuidado con confundirnos! Malco aprendió que muchas veces los discípulos de Jesús nos confundimos.
El Antiguo Testamento ya pasó
El peligro que describe Juan 1,11: ser suyo y no recibirlo, se puede repetir si nos cerramos al Reino de Dios. Siendo miembros de la Iglesia y no recibir ni transferir su Misericordia hasta a los que piensen distinto a nosotros.
Per-versión es una mala versión de algo. La verdad tiene círculos concéntricos. Hay verdades más centrales que otras. Cuando ponemos primero lo que no es esencial, terminamos pervirtiendo la Palabra de Dios. Lo importante es la Misericordia. Todo lo demás es inferior.
En el Antiguo Testamento se nos muestra la fuerza del pecado, la enfermedad y la muerte, pero el Nuevo Testamento vence con la medicina del Amor y la Misericordia de Dios. El Reino de Dios ya está aquí. El Rey Jesús sigue vivo sanando y salvando a quien escuche y aplique su Palabra.
Dios habló, pero sigue hablando
Dios no habla una sola vez. El sigue hablando. No podemos vivir con el Maná de ayer, hay que seguirle de cerca, para que nos hable hoy. Si Abraham se hubiese quedado con la Palabra de ‘ayer’ sin escuchar lo que Dios le decía ‘hoy’ hubiese matado a su hijo Isaac (Gen 22,12). Es cierto que Abraham recibió la Palabra de Dios de sacrificar a su hijo, pero en el tope del monte le volvió a hablar y le dijo que ya no. Si no escucha, hubiese terminado haciendo lo contrario a la voluntad de Dios. Dios proveyó en el Nuevo Testamento a otro Hijo para el sacrificio.
Así también Dios le dijo a Elías que le alimentaría a través de cuervos junto al arroyo (1 Re 17). Pero luego la provisión de Dios cambió de cuervos a un viuda pobre. Los cuervos dejaron de llevarle comida y el arroyo se secó. Dios le habló de nuevo para que buscara a una viuda. Si Elías se hubiese negado a la Buena Noticia de apartarse de lo que Dios había dicho antes hubiese muerto. Se levantó, se movió, buscó y recibió alimento mientras servía a una viuda que aparentemente no tenía nada que darle.
Para reflexionar: ¿Quieres ser Abraham con el ‘cuchillo’ en mano? ¿O quieres ser Abraham abrazando al hijo? ¿Te vas a quedar en la Antigua Alianza enfocada en el pecado o en la Nueva Alianza centrada en la Misericordia? ¿Te sientes seco y sin alimento? ¿No será que debes moverte a buscar a aquellos que aparentemente no tienen nada que devolverte? Si te quedas ahí herirás a muchos Isaacs o te morirás sin alimento y sin agua viva. Siéntate a escuchar al Autor de la Biblia, no es sólo leerla, déjate amar y transformar por Él. Conocer y representar al Autor de la Biblia es más importante que conocer la Biblia.
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NOTA: Este artículo fue originalmente publicado en la Revista Rayo de Luz, ya que celebramos ahora en Septiembre el mes de la Biblia.
por Miguel Horacio | Ago 1, 2016 | Oración, Poder de Dios, Profecía, Reino de Dios
Hoy día vivimos en un mundo de claves. Usamos claves para poder entrar y leer nuestros correos electrónicos. Usamos claves para retirar dinero en efectivo de nuestras cuentas bancarias. Usamos claves para entrar a ciertas áreas restringidas en nuestros trabajos. Sin la clave no se entra y nos quedamos fuera o no podemos recibir los correos o mensajes que nos han enviado.
Algo parecido ocurre con los carismas y la Vida en el Espíritu. Es necesario tener las claves necesarias para vivir plenamente como un ciudadano del Reino Poderoso de Dios ya activo en la tierra. La palabra clave viene del latín Klawis y significa llave. Una clave es una llave. Pues quiero compartir unas claves para entender los carismas.
Estas claves son poderosísimas pues están fundamentadas en la Palabra de Dios. Las tomo de lo que escribió S. Pablo a los Corintios. Son tres llaves para ayudarte a entrar a la dimensión carismática de nuestra fe.
1era Clave: La información es el punto de partida.
Dice S. Pablo en 1 Cor 12,1: “En cuanto a los carismas, no quiero, hermanos que estén en la ignorancia”. Por ello él escribe sobre ellos, para que enterándose así los lectores del beneficio que ofrecen los carismas, se dispongan a quererlos, pedirlos y brindarlos a la comunidad.
Lo contrario a ignorar es conocer. Mucha gente opina mal de los carismas pero no los conoce. Eso es opinar desde la ignorancia. Otros toman como ejemplo de vida carismática a personas que no por ser ‘ungidas carismáticamente por el Espíritu’ dejan de cometer algún error. Por ello es importantísimo el conocer sobre los carismas y sus beneficios pues esto nos da base para discernir y para desear lo que Dios desea y al mismo tiempo rechacemos lo que Dios rechaza.
S. Pablo le dice a los Corintios y a nosotros, que para entender los carismas hay que conocerlos y que debemos aprender que por el hecho de que algunos carismáticos cometamos algunos errores al ejercer los carismas (como ocurría entre los corintios) esto no invalida la realidad de que los carismas son una manifestación del Espíritu Santo para el provecho de la Iglesia (1 Cor 12,7). Además hay que tomar en cuenta que, S. Pablo no opina ni enseña desde la ignorancia, pues el mismo afirma no sólo conocerlos sino que los ha experimentado (Ej: en Corintios 14 dice que el ora en lenguas). Así que si te llama la atención algún carisma infórmate sobre él pues quizás es que Dios te lo quiere dar o si rechazas algún carisma pues te chocó el mal uso que alguien hizo de él, también infórmate mejor de ese carisma pues puede que cambies de opinión. En fin, los carismas no los ignores, conócelos.
2da Clave: Los carismas son ‘50’.
Cuando alguien le preguntaba al P. Emiliano Tardif ¿Cuántos carismas hay? El respondía que los carismas son ‘sin cuenta’. Esta respuesta dicha con una pronunciación dominicana, donde no diferenciamos mucho al pronunciar la c de la s parecía que estaba dando como respuesta el número cincuenta. Pero no, lo que intentaba decir, de una forma jocosa pero llena de sabiduría, es que los carismas no se pueden contar, son sin cuenta. Son muchos, muchísimos. Se presentan según cada necesidad de intervención de Dios en la tierra.
En el Nuevo Testamento hay varios listados de carismas, pero antes de pasar a estas listas es bueno aclarar que el objetivo de ellas no es ‘encerrarnos’ a que los que están en esas listas son los únicos válidos, pero si nos ayudan a notar que son diversos y muchos. Aquí los listados del Nuevo Testamento (sólo desarrollaremos el de 1 Cor 12 por ser el más explícito):
1 cor 12,8-10: “Porque a uno se le da por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de conocimiento según el mismo Espíritu; a otro fe, en el mismo Espíritu; a otro, carismas de curaciones, en el único Espíritu; a otro poder de milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversidad de lenguas; a otro, el de interpretarlas”.
Otros listados son: Rom 12, 8-10; Ef 4,11 y 1 Pe 4,10-11.
Esto provoca la pregunta ¿Por qué tantos carismas? Una respuesta podría ser: Es que Dios es muy amplio, inagotable y bondadoso. Esto nos lleva a estar atentos y abiertos a lo que Dios quiera dar según la necesidad de cada familia, comunidad o parroquia. ¿Tienes esta atención y apertura al Espíritu Santo? ¿o le limitas?
3ra Clave: Los carismas se piden.
Para mí esta es la clave o llave más importante. Pues quien no pide los carismas al Espíritu Santo no ha usado las llaves anteriores. Quien no conoce los beneficios que dan los carismas a la Iglesia, no los pide. Del mismo modo quien no está abierto a la amplitud de Dios, se cierra o se limita a lo que conoce y no los pide, entonces su fe se estanca y nunca se amplía.
En esto de pedir y recibir los carismas S. Pablo parece repetitivo, aparentemente quiere dejar bien claro que no es malo desear carismas. Es como enseñando que el camino correcto es quererlos y pedírselos al Espíritu Santo.
Veamos lo que dice:
1 Cor 12,31a: “Aspiren a los carismas superiores…” luego S. Pablo nos habla del amor continuando hablando sobre el buen uso del carisma de profecía y orar en lenguas. Algunas personas mal creen que el tema del amor está como en el medio del tema de los carismas, pero no es así, es que al aspirar y practicar bien los carismas, crecemos en el amor. Pero lo que queda claro de esto es que si los carismas no se pudieran pedir, pues ¿para qué nos dice que ‘aspiremos’ el tenerlos?
1 Cor 14,1: “Busquen el amor; pero aspiren también a los carismas, especialmente el de profecía”. Aquí también es obvio que S. Pablo está motivando, especialmente al que nunca ha dado un mensaje profético de parte de Dios, a que se abra a esta posibilidad.
1 Cor 14,5a: “Deseo que todos oren en lenguas…” En otro momento pregunta ‘¿Acaso todos oran en lenguas?’ la respuesta es no. No todos orarán en lenguas. Pero aquí vemos el deseo que tiene de que todos experimenten los beneficios de orar en lenguas, los mismos beneficios que él había experimentado en su vida lo quiere para los demás. Esto es también una motivación a quien nunca a orado en lenguas para que se abra a esta realidad de fe.
1 Cor 14,12: “Así pues, ya que aspiran los carismas, procuren abundar en ellos para la edificación de la asamblea”. Aquí S. Pablo no sólo habla de una apertura inicial a un carisma sino de un ‘procurar’, es decir, de un mantenerse en la apertura para ‘abundar en los carismas’, como si dijera: ‘comienzas con un carisma, pero si estás abierto(a) pueden darte más y así podrás ser una mayor bendición para la asamblea’.
Para concluir, pide al Espíritu Santo sus carismas, pues El quiere estar en tu vida con ellos. Recíbelo como a un huesped que trae regalos en sus maletas. Hay una gran diferencia entre un huesped y un preso. Cuando un huesped llega viene con sus maletas. Si le dejamos entrar sin maletas, de seguro se ofende además de que los regalos se quedan fuera. Pasa entonces como cuando alguien entra en la cárcel, todo lo que esa persona lleva encima le obligan a dejarlo fuera. No es un huesped libre en la cárcel es un preso obligado a no entrar con lo suyo. ¿Cómo tienes al Espíritu Santo en tu vida? ¿Como un huesped libre? ó ¿Como un preso de lujo?
Oración: Espíritu Santo ven sobre mi con Tu Poder. Estaré atento(a) y abierto(a). Quiero ser una bendición para los demás y sin tus gracias o sin tus carismas esto es imposible. No quiero brindarme a mí, quiero brindar lo que tu das. Aspiraré, desearé y procuraré tener mi corazón abierto y mi mentalidad abierta para que fluyas en mí y así los demás puedan alabarte a ti, al ver que operas a través de pequeños(as) como yo. Estoy listo(a). Estoy en espera. Estoy como en una ‘constante vigilia de Pentecostés’. Estoy despierto(a). Derramate con Poder y úsame como quieras. Yo quiero ser Tu canal de Amor. ¡Amén!
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por Miguel Horacio | Jul 13, 2016 | Poder de Dios, Reino de Dios
Una de las cosas que más impresiona en el ejercicio del Ministerio de sanación es el carisma de palabra de conocimiento. Es uno de los carismas acompañantes o auxiliares en el ministerio de sanación. Una palabra de conocimiento es una revelación que da Dios de lo que Él está haciendo o va a hacer en la vida de alguien. En el fondo, como todo lo que Dios revela, es una llamada a la fe.
Cuando escuchamos a alguien dar una palabra de conocimiento, Dios nos está pidiendo creer que lo que esa persona está declarando viene de Su parte y será hecho. Algunas pueden aparentar declaraciones sencillas y otras pueden a nuesto modo de percibir más difíciles. Ej: “Aquí hay alguien que sufre en su pierna izquierda y Dios quiere sanarte” ó “Alguien aquí tiene un dolor en su hombro derecho. Muévelo y verás que Dios te está sanando”.
En estos días estoy en medio de una fuerte tanda de viajes de predicación y oración por otros. Estuve hace poco en la ciudad de Tampico. Allí recibí la confirmación a una palabra de conocimiento que había dado hace años en un congreso de servidores. La Sra. Rosy Parra me confirmó que ella sanó su dentadura en aquel momento de oración. Realmente habían miles de servidores allí. Pero el Señor me hacía sentir que estaba sanando a alguien que necesitaba tratamiento dental, pero no tenía los recursos económicos para pagarlo. Ella me cuenta que Dios la sanó instantáneamente. Esta palabra de conocimiento no fue confirmada allí mismo, pero si ella cuenta su testimonio en su comunidad esto eleva la fe de la gente para abrirse a este carisma.
En uno de los momentos de oración en Tampico tuve una imagen mental de alguien que había llegado allí con un aparato en uno de sus oídos para escuchar mejor. Aquí también había bastante gente. ¿Cómo saberlo si Dios no lo revelaba? Sentía que esta persona, si se quitaba el aparato del oído, podría comprobar que ya Dios le había sanado y no necesitaría el aparato para escuchar bien. Cuando lo dije por el microfono había un silencio sepulcral en aquel lugar, nadie se movía ni decía nada. Todos esperando a ver si esto era ocurrencia mía o Dios realmente estaba haciendo esto. Como decía anteriormente esto es un llamado a la fe. Un llamado a mi fe para que me atreviése a decirlo y un llamado a la fe de quien padecía el mal en su oído para quitarse el aparato y probar. Se levantó un hombre y vino al frente caminando. La sorpresa de todos fue ver que en su mano traía un aparato auditivo. El testificaba que ya estaba escuchando bien. Un zumbido constante que tenía en el oído se le había quitado y ahora estaba escuchando bien. ¡Gloria a Dios!
El fin de semana pasado estuve en Coatzacoalcos y allí recibí entre otras, una palabra de conocimiento de que el Señor estaba sanando de asma a alguien y que el signo de que esta persona estaba allí es que traía consigo un inhalador medicado para cuando le atacaba el asma. Dos personas mostraron el inhalador que llevaban. ¿Para qué el Señor da estos detalles en la palabra de conocimiento? ¿Para sorprender o impactar? No ¿Para hacer sentir que Él lo sabe todo? Tampoco ¿Para qué entonces? Pues para elevar la fe de las personas. Para que creamos en Su Poder. Sí es cierto que Él lo conoce todo. Sí es cierto que Su Poder es impresionante y su Amor también. Pero estos detalles que Él revela es para que nos abramos más a la realidad de que en Su Reino todo es posible.
Una de las sanaciones milagrosas más impactantes en estos dos viajes fue como a un hombre en Tampico se le enderezaron las piernas. Los servidores estaban impactados pues lo conocían de hace tiempo y ahora caminaba sin ayudarse y sin dificultad. Y en Coatzacoalcos sentí que el Señor estaba sanando a personas que habían ido en silla de ruedas se puso de pie una señora que dijo tener cáncer en la médula y esto le dificultaba el caminar, pero después de la palabra de conocimiento se puso de pie de su silla de ruedas ella sola y caminó frente a todos. Luego una joven con las piernas bien torcidas hacia dentro se puso de pie sin la ayuda de nadie. Nunca se había puesto de pie sola. Parecía tener 12 años de edad. ¡Jesús vive y tiene mucho Poder!
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