¿Recuerdas la estrella que sirvió de guía para los sabios de oriente?
Lo que realmente se cree que ocurrió es que estos reyes y sus caravanas venían de distintos lugares, es decir cada rey con su séquito real y sirvientes salió desde su respectivo reino. No tuvieron un punto en común para salir. Se fueron encontrando en el camino a Belén.
No se nos dice cuantos reyes eran. Se mal cree que fueron 3 por la cantidad de regalos que nos dice la biblia: oro, incienso y mirra. Lo que sí es muy posible es que ellos se fueron acercando y descubriendo mientras avanzaban desde el oriente hacia donde les llevaba la estrella. Mientras caminaban formaron una Comunidad de Reyes.
Creo, al igual que otras personas, que Dios está creando algo único en nuestros días y que está formando un nuevo estilo de comunidad. Una comunidad de reyes que están siguiendo una misma visión que Dios les da y buscando ser obedientes a la misma. Siguen una visión del cielo pero que se alinea con la tierra, es decir. Ven la estrella a lo alto pero sus pasos afectan la historia. Sus pasos ayudan el mover de Dios aquí en la tierra.
Este mover de Dios está pequeño. Es un bebé que tiene que ser cuidado y alimentado. Nace dentro de parámetros establecidos pero no se fortalece de lo ya hecho. Lo hecho, hecho está. Algo nuevo está surgiendo. Este bebé no dejará dormir a algunos. Este bebé trae esperanza a otros.
Estos reyes o comunidad de reyes no son los únicos llamados al rededor de este bebito. También fueron llamados sobrenaturalmente los pastores. Pastores con el corazón de Dios. Pastores que conocen la localidad. Pastores con corazón en Dios y reyes con visión del cielo llevarán crecimiento a este ‘pequeño’ bebé del mover de Dios.
Jóvenes y ancianos se alegrarán. Pastores y reyes se unirán. Ángeles provocarán ‘De repentes’.
‘De repente apareció un Ángel junto a una multitud del ejercito celestial alabando a Dios, decían: Gloria a Dios en el cielo y paz en la tierra a los hombres de buena voluntad’.
Esperemos que ángeles provoquen ‘De repentes’.
Esperemos que ángeles conecten a pastores con reyes.
Esta historia ocurrió hace muchos años, pero parece que fue ayer. Lanita, una ovejita inquieta pero graciosa pastaba con sus demás hermans ovejas. En realidad, no tenía nada de especial. Era pequeña en comparación con otras, su patitas no eran muy ágiles, aunque le gustaba correr. El pastor estaba dormido cuando Lanita decidió salir a curiosiar.
Las demás le decían que no se fuera y ella no escuchó. Olvidó todo lo que el pastor le había dicho y sin pensar mucho se fue. Caminó hacia la izquierda, por un camino nunca recorrido por ella y además no conocía a ninguna oveja que le haya contado de ese lugar.
De repente se comenzó a poner de noche y se dio cuenta que no conocía aquel sitio en el cual se encontraba. Ahora estaba en medio de un bosque desconocido y recordó que ella no debió haber salido sola y menos sin la compañía de su pastor.
Escuchó un ruido y se asustó. Generalmente ante los ruidos desconocidos el pastor se ponía de pie y la defendía. PERO ahora, sola en el bosque oscuro, no sabía que hacer. Ahora sufría el precio de no escuchar al pastor y a sus amigos.
Le hacía falta su papá y su mamá.
Del otro lado de la historia…el pastor comenzó a contar sus ovejas, se sabía los nombres de todas: Patitas largas, rizitos, ojos grandes, peludita, etc. y notó que le faltaba una. Lanita no estaba. Se comenzó a poner nervioso. Cerca estaban otros pastores con sus ovejas. Era una noche fría y sin signos de nada nuevo. Dejó sus ovejas con un amigo pastor y salió como un loco a buscar a Lanita. Los pastores recuerdan que sin luz sería una noche muy oscura y encienden una fogata para alumbrarse y calentarse.
De repente…una brisa cálida inicia soplar y se enciende desde el cielo una luz sin igual…los pastores miran la fogata y notan que su luz es pequeña en comparación de la que viene del cielo. Al mirar hacia arriba ven una multitud de ángeles que se organizan rápidamente al rededor de los pastores. Las ovejas también. Los ángeles omienzan a cantar. Nunca se había escuchado una canción tan preciosa, decía: Paz, Paz, Paz, ha nacido el Salvador, su mirada es fiel. Su Poder derramará y ustedes lo podrán ver.
Los pastores no sabían que quería decir aquello, siendo ellos los más pequeños. Recibían un concierto del cielo. Anunciando aquello. Un niño con fama de Rey había nacido y ellos estaban invitados a verlo.
Es malo sobrevalorar a los ángeles de Dios, pero también es muy peligroso el ignorarlos. Una de las revelaciones bíblicas más olvidada en la Iglesia es el auxilio de los ángeles. En la experiencia del Pueblo de Dios esta verdad no puede ser ‘enterrada’.
En el Antiguo Testamento sus intervenciones eran más abundantes, en el Nuevo Testamento sus apariciones son intermitentes. Lo que pasa es que si la Historia de la Salvación fuera una serie de televisión, el papel protagónico de los ángeles ahora recae sobre nosotros, los seres humanos.
Antes los ángeles eran los principales mensajeros de parte de Dios, ahora esta es nuestra responsabilidad. Antes los ángeles eran portadores del Poder de Dios, ahora nosotros somos los canales preferidos por Dios de Su Poder y autoridad. Antes los ángeles venían a esta tierra para suplir la ausencia de Dios, ahora el Reino de Dios está aquí, en nosotros.
La Palabra de Dios nos dice que una tercera parte de los ángeles se rebelaron contra Dios. Estos ángeles caídos son los que reconocemos como demonios. Seres que atacan a los hijos de Dios. Pero es sólo una tercera parte, quedaron más ángeles obedientes a Dios que los que cayeron. Cada persona tiene por los menos un ángel que le protege.
La misión de los ángeles ahora es la de acompañarnos. Son compañeros de misión. Ahora somos los protagonistas y ellos nos acompañan, nos cuidan, nos ayudan. PERO tengo algunas preguntitas: ¿Se aburrirán los ángeles? Si ellos son designados a cuidarnos en nuestros riesgos y nosotros vivimos tan prudentemente nuestra fe ¿No les hacemos vagos? ¿No será que su ausencia en la tierra es signo de nuestra falta de riesgo?
Vemos en Hechos de los apóstoles como un ángel sacó a Pedro de la cárcel, después de los riesgos tomados por él en Nombre de Jesús. ¿No se despertarán los ángeles con mis riesgos? ¿No surgirán nuevas habilidades sembradas por Dios en mi y en ellos cuando me ‘lanzo’ en fe?
Termino con la pregunta del título y otras más ¿Aburres a tu ángel? ¿Te arriesgas en fe o sigues siendo un ‘creyente acomodado’? ¿Te arriesgas a orar por los que sufren? ¿Te arriesgas a predicar el Evangelio? ¿Te arriesgas a creer que Dios enviará a sus ángeles a cuidarte cuando sales de tu comodidad?
Los sirvientes que llenaron las tinajas en la boda de Caná no “sentían” el agua convertirse en vino, pero continuaron llenando hasta el tope cada tinaja.
Pedro, a pesar de lo que ‘sentía’ cuando Jesús le dijo: “Ven a mi”. Creyó y caminó sobre el agua. Es más se cayó cuando se enfocó en lo que sentía y se desenfocó de lo que creía.
Cuando Jesús le dio a los discípulos poder y autoridad para sanar y liberar, ellos no se paralizaron a explorar si sentían bonito en sus barrigas antes de salir y orar por personas endemoniadas y personas enfermas de todo tipo de enfermedades.
Lo hicieron. Lo hicieron por obediencia. Pero lo hicieron. Creyeron lo que Dios proponía. No esperaron sentirlo. Se arriesgaron. Creyeron.
Si hago lo que siento y no hago lo que creo entonces no soy un creyente sino un ‘sintiente’. Creo que me inventé esa palabra: ‘sintiente’. Si creyente es el que cree, sintiente es el que siente.
Sintiente es la persona que hace lo que siente. Los animales hacen todo lo que sienten y en ocasiones precisamente por eso hay que enjaularlos. Muchos viven enjaulados gracias a sus sentimientos. No ejercitan su fe, mas bien ejercitan lo que sienten.
Sienten miedo, no hacen nada y se sientan. Sienten odio y odian. Sienten vergüenza pues no mueven un dedo por lo avergonzados que están. Los sentimientos dominan a quienes se dejan dominar por ellos. La fe moldea lo que sentimos.
No quiero minimizar nuestros sentimientos. Dios también nos habla a través de ellos, pero todo sentimiento que nos impida seguir lo que Dios propone es un peligro, un obstáculo al plan de Dios.
¿Que hacer cuando lo que siento está en contra de lo que creo? Pues tragarme lo que siento y hacer lo que creo. Si siento odio, perdonar. Si siento miedo, me arriesgo a creer. En fin, la fe es una rebeldía en contra de todo lo que esclavice al ser humano. No te dejes enjaular, ni seas una jaula del Espíritu Santo, déjalo fluir libre.
¡Fluye libre Espíritu Santo! ¡Fluye libre!
¿Qué crees que tiene a tu comunidad paralizada? ¿lo que sienten o lo que creen? ¿Cuál crees que sea la solución? Deja tu comentario y si quieres comparte este artículo.