¿Cualquier persona puede orar por sanación?
En este breve video hablamos sobre el deseo de Dios de que todo creyente ore por familiares y amigos más cercanos.
El Poder de Dios pasa a través de todos.
Compártelo. Tus comentarios son bienvenidos.
En este breve video hablamos sobre el deseo de Dios de que todo creyente ore por familiares y amigos más cercanos.
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El programa digital ‘Sobre la Ola’ son conversaciones sobre el Poder de Dios. En este breve video hablamos del por qué en algunas comunidades es más común que se sanen las personas que en otras.
Agradezco tus comentarios, puedes escribirlos aquí y también si quieres puedes compartir el video.
El miedo es una de las armas más fuertes que tiene el diablo para frenar al creyente. Una comunidad con gente miedosa es un peligro, pues cultivar miedos abre la posibilidad de que esos miedos se hagan realidad (Job 3,25 dice: “Todos mis miedos se hicieron realidad”).
Acá te pongo 6 maneras de vencer al miedo:
1) Déjate amar por Dios. El amor y el miedo son contrarios. Si sientes que el miedo te arropa, generalmente es producto de una desconfianza en que Dios Padre está cerca cuidándote. Cuando alguien se siente amado(a) nadie le detiene. Experimentar a Dios es la clave principal. ¡Abre tu corazón! El está cerca.
2) Miedo es tener fe en el reino contrario. El Reino de Dios está aquí, para ello vino Jesús a inaugurar el Reino del Padre. Un Reino donde todo es posible para el que cree. No pongas tu atención en lo malo que ‘pudiese suceder’ confía en que el Rey está aquí y que con su Presencia todo va a mejorar. En pocas palabras activa tu fe en el Reino de Dios.
3) Enciende la luz. Si entras a una ‘casa del terror’ con las luces encendidas verás que todo lo que hay dentro es falso. Apariencia. El miedo se alimenta de las apariencias. La falta de claridad distorciona nuestra visión haciéndonos ver como real algo que con la luz encendida es un ‘muñeco mecánico’. Jesús dice: “Yo soy la Luz”. Enciende la Luz. Clama a Jesús. Ponlo en tu mente y corazón. Llámale con tus labios. Vive en Su amor y perdón y la oscuridad se irá.
4) Recuerda y no olvides. Olvidar a Dios es peligroso. Memoriza la Palabra de Dios y cuando te ataque el miedo, recuerda lo que Dios dice. Recuerda que Jesús nos dio Su vida, Su sangre, Su Espíritu Santo. Recuerda que tienes un ángel guardián. Si olvidas la verdad, te gana la mentira. Así que no olvides…recuerda.
5) Enfrenta tus miedos. Si te fijas la armadura que nos describe S. Pablo en Efesios 6 no tiene cobertura en la espalda. La armadura no cubre las espaldas, queriéndonos decir que si huyes mostrarás la única área desprotegida que tienes. El miedo seguirá siendo miedo sino lo enfrentas. Pero si lo enfrentas se convertirá en un testimonio que glorificará a Dios.
6) Reúnete. La armadura no tiene cobertura en la espalda pero tus amigos pueden cuidartela (poniéndose en tu espalda y usando su escudo para protegerte). No hay nada mejor que una poderosa reunión de oración para alejar al miedo. Reúnete con otros creyentes, énfocate en Dios, alabalo y adórale. El orar juntos hace que al miedo le de miedo. La alegría de estar juntos diluye altos niveles de miedo.
¿Sabías que a Job le pasó todo lo que le pasó por cultivar miedos? ¿Cuál de los 6 puntos anteriores desconocías? ¿Tienes alguna arma contra el miedo no mencionada y que quisieras compartir?
Este video es un extracto del primer episodio del programa digital ‘Sobre la Ola’. En este corto video (de 7 mins de duración) respondo a la pregunta ¿Qué has visto al Señor hacer últimamente?…¿No te da curiosidad saberlo?
Hablo de:
Espero te ayude a crecer en tu fe. Compártelo si quieres… y recuerda dejar tu comentario más abajo.
¿Por qué un surfer en tu logo? Hace unos años, creo que en el 2010, tuve un sueño. Tan gráfico y real que jamás he olvidado. Lo he contado varias veces a amigos. Lo he contado en entrevistas, en prédicas. Pues este sueño que tuve parece profético. Edifica, corrige, anima. Desde entonces mi vida tuvo un giro. De ser un creyente acomodado comencé a ser un discípulo arriesgado.
Te quiero contar de donde viene este logo de la ola con un surfer encima. De repente vino el momento de decidir sobre un logo para relanzar mi blog/webpage.
El proceso de creación de un logo es toda una aventura. Un logo es la punta de un iceberg. El logo representa una visión, misión y estructura de valores de una forma puntual y gráfica.
Quiero aclarar que no soy surfer. No me gustan los deportes extremos. Soy muy respetuoso de la vida, principalmente la mía. Siento que en esos deportes la gente se pone en un riesgo muy grande y le ando lejos a ese tipo de ‘peligros voluntarios’, pero Dios siempre busca la manera de hablarnos de la forma en que mejor le vamos a entender.
En este bendito sueño, aparezco encima de una ola gigante. Una ola tipo tsunami. En la ola estábamos muchas personas. Yo no era el único. Todos estábamos encima de la ola, cada uno en su tabla de surf, tan grande esta ola que cabíamos todos arriba de ella. La ola iba muy rápido y se aceleraba mucho más cuando dejábamos atrás lo que nos estorbaba seguir adelante.
Y es que en momentos sentía que ‘cosas invisibles’ se me iban cayendo. Escuché a uno de los surfers decir: “Hey! Hay cosas que se nos están cayendo” y otro dijo: “Sí, pero, es mejor así. Pues cuando caen, vamos más rápido aún!” Luego como si el sueño fuese una película, veo como se amplía la cámara y veo que hay personas en el agua, disfrutando del mar. Veo como ellos se asombran por la ola y se disgustan. Ellos estaban muy cómodos antes de que se levantase la ola y comenzaban a discutir con quienes veníamos encima de ella. Decían algo como: “Ustedes vienen a alterar nuestra tranquilidad”. Yo recuerdo que yo decía dentro de mí: “Pero está ola no la levantamos nosotros, yo aparecí aquí. Hablen con el Dueño de la ola”.
De repente, se amplía más, “la cámara” y veo en la playa una muchedumbre de gente. Pero esta muchedumbre estaba separada en grupos de distintos tamaños. Unos grandes, otros medianos, otros pequeños. Todos en playa, algunos parados, otros sentados, unos organizados y otros más desorganizados. Todos con sus tablas de surf al lado. En ese momento se abren mis oídos y escucho lo que están diciendo en esos grupo. Lo primero que me sorprende es que están orando y lo segundo que me sorprende es que están orando a Dios para que se levante una ola que transforme sus vidas. Pero, curiosamente estaban muchos con los ojos cerrados y los pocos que los tenían abiertos estaban mirándose el uno al otro. Cada grupo estaba como centrado en sí mismo y no notaban que ya una gran ola se había levantado y lo único que tenían que hacer era tomar ‘las tablas de sus vidas’ y arriesgarse sobre la ola. Pedían lo que Dios ya había dado y aún no se confiaban a Él.
Luego, veo más allá, y veo que venían de distintas partes personas a la orilla. Unos a mirar con asombro y muchos otros a ‘fotear’ o ‘grabar’ la ola. Estos no se mojaban ni una uña, no oraban. Sólo se admiraban. Tomaban fotos y videos. Estos sólo observan. No se involucran.
Así mismo ocurre en el cristianismo. Unos surfean sobre el Poder de Dios, van dejando cosas atrás y se van transformando sus vidas. Otros sólo se mojan ‘hasta el ombligo’ y quieren estar dentro del Reino de Dios, pero controlándolo todo. Otros oran y oran y oran pero no se arriesgan. Y otros no más miran y tiran fotos para recordar.
Aquí vuelvo al logo. Siento que a mí, Dios me llama a estar animando y formando surfers. Personas que se arriesguen a confiar en el Poderoso Rey Jesús que nos ha dado Su Espíritu Santo como una ola transfromadora. El logo tiene un solo surfer, que puedes ser tu o yo. En este blog/página web iré posteando más sobre cómo surfear en el Poder de Dios.
¿Tú que opinas del sueño de la ola? ¿Te ubicas encima, en el agua, en la playa? ¿Cuál es tu comentario sobre el logo?