¿Es la enfermedad un medio de purificación?
Este video es el 4to episodio de la 2da temporada del programa digital ‘Sobre la Ola’, en el cual Irwin, Elena y yo (Miguel Horacio) hablamos sobre si es fanatismo esperar siempre que Jesús sane. Otros temas que conversamos aquí es cuales son las condiciones para ser usado por Dios para sanar en Su Nombre, si el cansancio nos impide ser canal de sanación, etc…
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Hace poco estuve en Estados Unindos, específicamente en Miami Florida. Estuve impartiendo un taller de oración por enfermos. El taller fue maravilloso. El Señor sanó y activó la fe para orar por los enfermos de muchos. PERO para mi lo más impactante ocurrió camino al aeropuerto.
Las personas que me llevaban al aeropuerto, mis amigos Rafael y Patty, me pidieron detenernos a orar por una persona que por su mala condición física no se pudo trasladar al taller de oración. Gracias a Dios que accedí. Nos desviamos y fuimos a Coral Gables a un antiguo pero precioso edificio de apartamentos.
Cuando subimos al apartamento y nos abrieron la puerta. Vimos a la persona sentada en una silla de ruedas en medio de la sala. Nos presentamos, nos acercamos, le preguntamos su nombre. Nos dijo se llama Maritza. Estaban con ella una hermana consagrada y su esposo.
Le pregunto “¿Qué tiene?”. Ella responde que le han hecho varias operaciones en la columna vertebral, que tiene metales en la espalda, puestos para ayudarle pero que el dolor no la deja ni pensar, mucho menos caminar. Le pregunto del 1 al 10 cuanto dolor tiene. Siendo 10 mayor y 1 menor. Dijo tener un 7 de dolor.
Le pido que si puede ponerse un poco adelante para tocar su espalda. Le pregunto si me permite tocarla. (En el Ministerio que pertenezco siempre pedimos permiso antes de tocar a alguien). Ella dice que la puedo tocar. Los demás se acercan, la rodeamos y comenzamos a orar. Pedimos al Espíritu Santo manifestar Su Poder y le ordenamos en el Nombre de Jesús a los huesos, metales, nervios tomar su justo lugar y que todo fuese restaurado.
La mano derecha de Maritza comienza a temblar. Le pregunto si ella está moviendo su mano. Ella dice con su cabeza que no. Lágrimas comienzan a correr por sus mejillas. Le pregunto “¿Y el dolor cómo está? Habías dicho 7 ¿Y ahora?” Dice que ahora tenía como un 4 de dolor. Había disminuido 3 puntos de dolor. ¡Gloria a Dios!
Seguímos dando órdenes de fe a los huesos de la columna, a los nervios y al dolor que desapareciera de su espalda. Le ordenamos a las piernas restaurarse en el Nombre poderoso de Jesús. Oramos en lenguas. Pregunto “¿Dime del dolor?” Ella dice que sigue igual en cuatro puntos. Me extraño de que no obedecieran a Jesús. He aprendido que cuando los músculos, huesos, dolor no ceden puede haber algo que les esté dando la fuerza para no obedecer. Internamente pregunto al Señor: “¿Qué hago?”
Siento en mi corazón la palabra RENCOR. Le pregunto a Maritza: “Te hace sentido la palabra rencor? ¿Alguien te tiene rencor o tu le tienes rencor a alguien?” Ella con lágrimas en sus ojos dice que sí con su cabeza. Le digo: “Para que Dios siga actuando debes soltar el rencor y perdonar o pedir perdón ¿Qué decides” Ella dice que PERDONAR.
Volví a ordenar a los huesos, músculos, nervios, metales restaurarse en el Nombre de Jesús. Oramos otro ratito en lenguas y pregunto de nuevo: ¿Cómo está el dolor? Ella responde: “NO SIENTO DOLOR”. Dije: “¡Gloria al Rey Jesús!” En ese momento vi la hora y recuerdo que tenemos que partir. Perder un vuelo es muy caro. Cerramos el momento de oración. Amén.
Nos despedimos y nos vamos acercando a la puerta y Maritza dice: “Se van tan pronto”. Y hace el gesto de que se va a poner de pie. Me sorprendo y le digo: “¿Y usted se quiere poner de pie?” Ella se sonríe y sin esperar su respuesta le digo: “Pongase de pie en el Nombre de Jesús”. Y Ella se levanta de la silla de ruedas y como una niña que está aprendiendo a caminar da pasitos hasta donde estábamos. Ella con alegría en su rostro y lágrimas por sus mejillas declaró en voz alta: “¡El Señor está aquí!”
Como negar la Presencia de Dios en medio nuestro cuando ocurren estás cosas. Para ella era obvio que Dios estaba cerca. Esto hace falta en nuestras vidas, parroquias y grupos de oración. Gente que se siente lejos de Dios aún estando en la Iglesia no porque Dios esté lejos sino porque no nos lánzamos, ni nos arriesgamos ni nos desviamos ‘nuestra ruta de comodidad’ para dejar a Dios actuar.
Termino declarando lo mismo que Maritza: “¡El Señor está aquí!” y le agrego DEJÉMOSLE ACTUAR.
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Hace aproximadamente 5 años vi por primera vez la pierna de una persona crecer al darle una orden de fe. Esto ocurrió en un taller a servidores en los Estados Unidos. En un momento de oración comprobamos que uno de los presentes sufría de dolor de espalda, causado por tener una pierna más pequeña que otra. Sentí que Dios me decía: “Dile en mi Nombre a la pierna que crezca’. Me atreví. Lo hice. Y la pierna creció. Todos los presentes la vimos crecer. Yo que tenía la pierna en mis manos la sentí crecer.
Descubrimos algo olvidado pero que existe desde que comenzó la Iglesia
Esto fue como dicen en Estados Unidos un breakthrough (descubrimiento o avance) para nuestra comunidad y ministerio. Nunca nos había pasado, pero luego de esta experiencia mía, ya mis hermanos de comunidad se atrevieron a dar ordenes de fe a piernas, órganos enfermos, cánceres y hemos visto mucho resultado. Descubrimos ‘algo olvidado’ pero que existe desde que comenzó la Iglesia.
Años después, creo que hace 2 años. En la ciudad de Torreón, México, ocurrió que luego de contar el testimonio de lo sucedido en Estados Unidos una señora me pidió que hiciera lo mismo, pues ella tenía también una pierna más pequeña que otra. Lo hice y no resultó. No pasó nada. Su pierna no obedecía a la orden de fe que en el Nombre de Jesús yo le daba. Parecía una pierna sorda. Entonces le pregunté internamente al Señor: ¿Qué hago? y sentí que me dijo: “Jálale la pierna”. Me asusté un poco. Y si se caía la señora de su silla y si le dolía el jalón. Pero sabes qué, me arriesgué y le jalé la pierna. Obviamente le pedí permiso antes.
La señora dijo que sintió algo en su cadera. Comprobamos y su pierna no había crecido PERO ella decía que sentía algo diferente después del jalón. Quien soy yo para decirle que todo estaba igual. Le pedí que se pusiera de pie y probara haciendo algo que antes no podía y subió las escaleras y caminó sin bastón. ¡Gloria a Dios! ¿Quiere decir que hay que dejar de dar ordenes de fe y comenzar a jalar piernas o brazos? ¡No!
A finales del mes pasado estuve en Tuxla Gutierrez, México. Y ocurrió algo que me despeinó la calva. En medio de una poderosa asamblea de oración, luego de contar testimonios, incluyendo el como piernas han crecido en el Nombre de Jesús. Sentí una palabra de conocimiento de que había allí personas que sufrían de lo mismo, con una de sus piernas más pequeñas que otra y que en medio de la oración, sin recibir ordenes de fe directas, ni jalones, las piernas le estaban creciendo. Pedí a estas personas que se identificaran y que vinieran al frente. Se identificaron 2 personas. Había presenta una doctora que comprobó sentando a las personas y poniendo los pies de ellos en sus manos que sus talones estaban alineados. ¡Wow!
Me maravillo de cómo Dios nos va llevando de la mano. Así como un padre lleva a sus pequeños. Esto es una Verdadera Escuela de Fe. Es como sí hubiera una progresión en esto. Primero ‘háblale a la pierna’, luego ‘jála la pierna’ y ahora no hagas nada sólo quédense en mi Presencia y las piernas crecerán. En fin, la realidad es que quien sana es Dios, es la Presencia de Dios la que hace que una pierna crezca o un cáncer se diluya. Pero en ocasiones las ordenes de fe como que desatan Su Presencia y parece que los jalones también. Y en momentos sólo basta estar con El.
¿Tu que opinas? ¿Alguna vez haz visto cómo al dar una orden de fe en el Nombre de Jesús ocurre lo que ordenas? ¿Haz experimentado la Presencia Sanadora de Dios? Deja tu comentario y comparte este artículo con quien creas le sirva.
Este video es el 3er episodio de la 2da temporada del programa digital ‘Sobre la Ola’, en el cual Irwin, Elena y yo (Miguel Horacio) hablamos sobre Imponer las manos sobre los enfermos. Otros temas que conversamos aquí es cuál fe es la que realmente sana, bloqueos a ser sanado, al final ponemos el testimonio de Verónica, quien sin tímpano ahora escucha bien, etc…
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