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Pensando en la Resurrección

Pensando en la Resurrección

Mi hijo, digo medio relajando y medio en serio, es un teólogo. A veces dice cosas que mi esposa y yo nos preguntamos ¿De dónde las saca? Les pongo aquí lo último que nos dijo sobre la resurrección del Señor, que cuando lo preguntamos que quien se lo dijo. Nos respondió que Jesús se lo dijo.

– Mario Miguel te acuerdas que el viernes te dije que recordábamos el día en que Jesús murió en la cruz.
– Sí, me acuerdo y que duró 3 días muerto.
– Exacto, al tercer día resucitó. Pues hoy domingo celebramos Su resurrección.
– Sí, lo que pasó fue que cuando murió el tenía Su cuerpo un poco brillante de luz, y al otro día tenía mucha más luz y al otro día la luz lo cubrió enterito’ y explotó de Amor y salió vivo.
– ¡Wow! Es cierto eso.
– Sí, el peleó con los malos y les ganó a todos con Su Luz.
Su madre (mi esposa) y yo nos miramos con ojos de admiración y nos preguntamos de dónde sacó esa historia. Le pregunto:
– ¿Y eso quién te lo dijo?
Con tono de lo más normal del mundo, nos dice:
– Jesús me lo dijo.

Pascua es lo contrario a la cuaresma

¡Es tiempo de Celebrar! Una vez escuché a un sacerdote jesuita decir algo que me ‘golpeó la cabeza’. Dijo que: “nosotros sabemos pasarnos los 40 días de cuaresma llorando nuestros pecados pero no sabemos pasarnos los 40 días de Pascua antes de la novena de Pentecostés celebrando la Resurrección de Jesús”.

Recibí un correo de mi mamá en la fe, Dña. María Sangiovanni donde ella copia la Homilía que se le atribuye a San Epifanio de Salamina, Obispo:

«El sol de justicia (Mal 3,20), oculto durante tres días, se levanta hoy e ilumina toda la creación. ¡Cristo permanece en el sepulcro durante tres días, él que existe desde toda la eternidad! Germina como una viña y llena de gozo al mundo entero. ¡Fijémonos en la salida del sol que no conoce ocaso, despertemos a la aurora y llenémonos del gozo de su luz! 

Cristo ha roto las puertas del infierno, los muertos se levantan como de un sueño. Cristo se levanta, Él que es la resurrección de los muertos  y viene a despertar a Adán. Cristo, resurrección de todos los muertos se levanta y viene a liberar a Eva de la maldición. Cristo se levanta, Él que es la resurrección y transfigura en belleza lo que no tenía aspecto atrayente (cf Is 53,3) Como de un profundo sueño, el Señor se ha despertado y ha deshecho todas las intrigas del enemigo. Resucita y colma de alegría a toda la creación. Resucita y queda vacía la prisión de los infiernos. Resucita y transforma lo corruptible en incorruptible (1Cor 15,53) Cristo resucita y establece a Adán en la incorruptibilidad, en su dignidad primera. 

Gracias a Cristo, la Iglesia viene a ser hoy un cielo nuevo, (Ap 21,1) un cielo más bello que el sol visible. El sol que vemos cada día no tiene comparación con este Sol. Como un siervo, lleno de profundo respeto hacia su amo, el sol del día se ha eclipsado ante aquel que estuvo pendiendo de la cruz (Mt 27,45) De este Sol dice el profeta: “Sobre vosotros, los que honráis mi nombre, se alzará un sol victorioso…” (Mal 3,20) Por Él, Cristo, Sol de justicia, la Iglesia se transforma en cielo resplandeciente de muchas estrellas, nacidas de la piscina bautismal en una luz nueva. 

“Este el día que hizo el Señor, hagamos fiesta y alegrémonos en él.” (Sal 117,24) llenos de una alegría divina.

Una Nueva Humanidad

El Rey Jesús resucitó para nunca volver a morir. La muerte y sus aliados (pecado, enfermedades y espíritus malos) ya saboreó la derrota.

Los aliados de la muerte llevan a los hijos e hijas de Dios hacia una mentalidad y una realidad de Muerte. Jesús nos vino a brindar otra Realidad con R mayúscula: El Reino de Dios.

Una realidad que supera lo que nosotros conocemos como leyes, sean leyes morales o naturales. Las leyes del Reino de Dios no anulan las leyes que conocemos, pero las leyes del Reino de Dios superan o van por encima, parecería que la rompen o que las saltan pero en verdad es que son de otro nivel, son leyes superiores como por ejemplo Su Amor y Misericordia.

El Rey Jesús nunca habló de leyes del Reino pero dijo cosas que quedan como entre dicho que son leyes. Por ejemplo:

  • Un Reino cerrado para quien como Nicodemo sabe o quiere saber mucho pero no tiene una fe práctica.
  • Un Reino donde todo es posible para el que cree.
  • Un Reino donde una fe tamaño ‘granito de mostaza’ puede mover una ‘gran montaña’
  • Un Reino en el cual si crees verás, no al revés.
  • Un Reino donde los panes se multiplican, el agua cambia a vino, los huesos crecen y los cánceres desaparecen.

La Resurrección de Jesús es la firma de Dios sobre la humanidad. Jesús inaugura una Nueva Raza humana que nace de la fe en Su Persona. Una raza humana inmortal, poderosa en Dios, capaz de someter hasta a la muerte.

¿Crees esto? ¿Se nota en tu diario vivir? ¿Es esto el ‘pensamiento dominante’ en tu interior? ¿Dominan en ti ‘pensamientos de muerte’? ¿Que vas o estás haciendo al respecto? ¿Qué vas o estás haciendo para que estos 50 días sean verdaderamente de celebración?

Deja tu comentario aquí y te recuerdo que puedes compartir esto con quien quieras.

No era su tiempo para morir

No era su tiempo para morir

Ya he perdido la cuenta de las veces que ‘algún alguien por ahí’ me dice: “Dejé de orar por los enfermos pues en una ocasión oré con mucha fe por una persona muy enferma y aún así murió.”

Lo primero es que yo recomiendo iniciarse en el ministerio de sanación enfrentando enfermedades o condiciones más acordes con tu fe. Si tienes poca fe inicia orando por gripes, dolores de uña o de nariz. En fin comienza por lo poco y luego de ejercitar el ‘músculo’ de la fe podrás arrancar de las puertas de la muerte a alguno que otro enfermo terminal.

Si tienes poca fe inicia orando por gripes

Mal contando, en nuestro ministerio, cuando nos invitan a orar por enfermos terminales, muchos de ellos en cuidados intensivos de hospitales, tenemos un 90% de éxito. Es decir de cada 10 por los que oramos, 9 salen de su condición de muerte y sólo una persona se nos muere.

Nosotros hemos aprendido a enfocarnos en lo que Dios sí está haciendo y no enfocarnos en lo que no está haciendo. En el caso de que se nos muera alguien, acompañamos con cariño a la familia que perdió a su ser querido, pero no por ello dejamos de orar por otros que necesitan de nuestro ministerio. Nos enfocamos en el 9 que sí sanaron y glorificamos a Dios por ello y no nos quedamos ‘enfrascados’ en aquel que no sanó. Sanar no es nuestra responsabilidad, eso es responsabilidad de Dios a nosotros nos toca orar.

Para avanzar en el ministerio de sanación enfócate en las personas que sí sanan y no en las que no son sanadas.

Por otro lado tener más o menos un 90% de ‘éxito’ sacando a gente del borde de la muerte es el resultado de años orando por los que sufren. Al inicio, no todo nos resultaba. Por ello aconsejo comenzar de poquito a poquito.

En fin, la muerte, por ahora es algo inevitable. En algún momento cuando crezcamos lo suficiente en fe lograremos resucitar muertos. Jesús nos envió a ello. (Mt 10,8). San Pablo dijo 1 Cor 15,26 que: “el último enemigo que será vencido será la muerte”. El ministerio de sanación es un misterio, no todo se sabe, es un constante aprendizaje, pero también es una guerra, hay que seguir confiando en Dios, luchando y avanzando. Con fe en Dios en esta promesa suya de que en el ministerio de sanación no sólo venceremos las enfermedades sino también la muerte.

No me atrevo decir que Jesús sanó a todos los enfermos de su época, pero sí me atrevo decir que todos los enfermos de esa época que se acercaron a Él con fe, fueron curados.

Todos los enfermos que se acercaron a Jesús con fe fueron curados.

Si miramos los Evangelios vemos que Jessús esperaba que el enfermo se acercara a Él o que los familiares y amigos lo hicieran. En muy pocas ocasiones Jesús era el que se acercaba, el Evangelio de Juan nos cuenta sobre el paralítico junto a la piscina esperando ser curado. (Jn 5). Jesús se acercó y lo curó. Las demás excepciones de Jesús acercándose a intervenir sobre alguien sin que ese alguien se lo pidiese fue cuando estas personas estaban muertas.

En el mismo Jesús vemos que este carisma de resucitar muertos (si es que le podemos llamar de esa forma) fue ‘in crescendo’, es decir el lo fue ejercitando y fue fortaleciéndose en ello.

La primera persona que Jesús resucitó fue la hija de Jairo. La cual tenía poco tiempo de haber muerto. El ya iba en camino a sanarla, pero mientras llegaba murió. Jesús entra y la resucita.

La segunda persona que nos testifica el Evangelio es la resurrección del hijo de la viuda de Naím, Jesús lo hizo por compasión (Lc 7,11 y siguientes). Este tenía más tiempo de muerte que la hija de Jairo, ya lo iban a enterrar al cementerio y Jesús detuvo el desfile del funeral para resucitar al muchacho.

Pero la resurrección más excepcional fue la de Lázaro (Jn 11), el cual ya tenía, 4 días enterrado. Olía mal al abrir el sepulcro. Pero la pregunta del millón es ¿Por qué Jesús resucitó a estas personas y no a otras? ¿Por qué no dejó a la hija de Jairo muerta? ¿Por qué no dejó al hijo de la viuda muerto? ¿Por qué no dejó a Lázaro en la tumba?

Pues perdone mi niñada, confieso no ser teólogo y que para muchas cosas tengo una fe de niño pero creo firmemente que Jesús resucitó a estas personas pues no era el tiempo de ellos morir. No era el tiempo de que Jairo llorara a su hija, ni de que la viuda perdiese al muchacho, no era el tiempo de Lázaro partir. Para mí no hay otra respuesta.

Muchas personas mueren antes de ‘su’ tiempo porque nadie ora por ellas y otras mueren aunque se ore por ellas porque ya era ‘su’ tiempo de morir.

Jesús vino a cumplir a perfección la voluntad del Padre. Jesús nunca hizo nada para romper la comunión/voluntad con Dios Padre. Si la voluntad de Dios era que estas personas estuviesen y permaneciesen muertas, nunca Jesús las hubiera resucitado. Es por ello que creo que mientras el Reino de Dios no se extienda en Su totalidad en esta tierra todos tenemos como dice Eclesiastés 3,2 ‘un momento para morir’.

En ocasiones oramos por alguien y muere, no porque lo hayamos hecho mal sino porque era su tiempo para morir. PERO en otras ocasiones gente muere porque nadie oró por ella o no oraron lo suficiente sobre esa persona. Recuerda a nosotros nos toca orar y a Dios le toca obrar. Dios nos dio el mandato de hacerlo (Mt 10,8) sería una desobediencia a su mandato dejar de orar por los que sufren. Ora y Dios obrará. Déjale a Él los resultados ¿Tu qué opinas? Deja tu comentario y si quieres comparte este escrito con quien creas que lo necesita.

Sentarnos sobre las piedras vencidas

Sentarnos sobre las piedras vencidas

En estos días después de celebrar que la persona que más me ama venció a quien más me odia quiero compartir contigo las inspiraciones que recibo al releer el relato bíblico de la resurrección.

En Mateo 28,2 dice: «De repente hubo un fuerte temblor de tierra, porque un ángel del Señor bajó del cielo y, acercándose al sepulcro, quitó la piedra que lo tapaba y se sentó sobre ella… los soldados temblaron de miedo y cayeron como muertos. El ángel dijo a las mujeres: «No tengan miedo».

Me gustan varios detalles de esta episodio bíblico:

1. El ángel da un mensaje sentado sobre un gran obstáculo.
La razón que nos da la Escritura del porque tembló la tierra, es que un ángel poderoso bajó del cielo. La gran piedra que tapaba la entrada al sepulcro fue movida por el poder del ángel y luego se sentó sobre ella. EL ÁNGEL SE SENTÓ SOBRE LA PIEDRA. Como cuando un luchador vencedor se sienta sobre el vencido. Es como si nos dijera: Dios nos envía ángeles a mover los grandes obstáculos de la vida y luego si miramos con fe, veremos que estos ángeles se sientan sobre estas piedras.

Dios nos envía ángeles a mover los grandes obstáculos de la vida

2. El ángel se sienta a esperar.
El ángel no quita la piedra para que Jesús salga, pues su cuerpo glorificado atraviesa paredes, el ángel quita la piedra para que los discípulos puedan entrar a ‘ver’ que dentro de la tumba no hay nadie muerto. Quien estaba allí salió. Me imagino el impacto en el discípulo Juan quien nos dice el Evangelio estuvo allí hasta el final, vio la crucifixión, de seguro vio cuando llevaron a Jesús al sepulcro, es más pienso que hasta ayudó a cargar su cuerpo hasta allí. ¿Cuáles serían los sentimientos de Juan al ver que ya la tumba estaba vacía? La tumba vacía es el aperitivo al encuentro con el Señor resucitado. La tumba vacía engendra preguntas ¿Qué paso? ¿Dónde está? ¿Entonces todo lo que dijo es cierto? ¿Cómo me atreví a dudar ante tanto Poder?

El ángel quita la piedra para que los discípulos al entrar ‘vean’ que dentro de la tumba no hay nadie muerto.

Yo soy de los que creo que muchos ángeles están sentados por nuestra inactividad. Ellos se sientan a esperar que nos movamos en fe. En este caso sólo la fe movió a los discípulos a acercarse al sepulcro a ver. Además quien no se acerca en fe, nunca verá. ¿Está tu ángel esperando? ¿Inactivo por tu inactividad?

3. La manifestación de Dios da miedo a los que tienen la actitud incorrecta en el corazón.
El ángel, luego de esperar quien sabe cuanto tiempo, pues el Evangelio no nos dice cuanto tiempo estuvo allí sentado. Le dice a las mujeres discípulas que se acercaron: No tengan miedo. Los ángeles vienen a quitar miedos. El mensaje del ángel sentado sobre la gran piedra del sepulcro es que el miedo no es de los que creen en el Señor resucitado. El miedo hace que hasta soldados entrenados caigan al suelo como muertos. El miedo es el principio de la muerte. La fe es el principio de la vida.

En aquel momento los soldados designados precisamente para que nadie abriera el sepulcro no podían ni moverse, me imagino que al ver a semejante personaje, lleno del Poder de Dios moviendo una piedra gigante se sintieron que la mejor salida era caer al suelo y dejarle hacer lo que quisiera, además ¿Cómo enfrentar a un enviado de Dios? ¿Con qué arma, entrenamiento o actitud enfrentarle? Ante el Poder de Dios los soldados de este mundo caen al suelo. Los soldados que sirven al odio, al miedo, a la enfermedad y la muerte…caen ante el Poder del Resucitado.

4. Cada vez que un ángel poderoso baja del cielo, ‘tiembla’ la tierra.
No quiere decir que viene a hacer daño, todo lo contrario viene a hacer bien. A dar un mensaje de parte de Dios, a hacer posible lo imposible. Algo siempre sucede en la presencia de los mensajeros de Dios. Un ángel es un mensajero que se sienta. Quien se sienta no tiene nervios, quien se sienta está seguro de quien le envía. La tierra tiembla en la presencia de quien está seguro en Dios. La tierra se mueve y se somete ante quien obedece a Dios. 
Cuando alguien habla en el Nombre de Dios, la tierra tiembla y los soldados malos caen.

5. El ángel invitó a que entraran al sepulcro a ver.
Ver para creer. Hay dicha en creer sin ver, pero también vemos en la Biblia como en ocasiones hay que ver para creer. Un ángel del cielo hace lo que le mandan. Todo lo que dijo e hizo fue porque le mandaron a hacerlo. Es decir que la voluntad de Dios es que el ángel quitara la piedra para que entraran y vieran y viendo creyeran. Algunas personas que sólo se adhieren al ‘creer sin ver’ pero la verdad es que mientras más intervenciones poderosas de Dios veo, más creo. 


Oración: «¡¡Señor!! Manda tus ángeles poderosos a quitar piedras de nuestras situaciones sepulcros. Para que cuando estas piedras sean quitadas podamos ver que haz vencido por nosotros!!! Que esta acción poderosa tuya active nuestra fe. Permítenos sentarnos junto a tu ángel. Sentarnos sobre las piedras vencidas porque tu haz resucitado. Eres vencedor de la muerte!! En ti, todo es posible. Amén!!!

Image by: Brian D Cruz

Semana Santa (Resumen)

Semana Santa (Resumen)

Te pongo aquí una guía de reflexión para cada día de la semana santa. Cada día tiene su riqueza y su bendición. Espero esto te ayude.

Domingo de Ramos: El contraste.
En este día vemos como Jesús es recibido con alabanzas, es aclamado por la multitud. Está envuelto en el triunfo de años invertidos en el Ministerio que el Padre le encomendó, PERO en esta misma ciudad en pocos días será rechazado y condenado.
Para reflexionar: Nosotros al igual que Jesús sufrimos y/o sufriremos contrastes parecidos en momentos seremos ‘aceptados’ por lo que hacemos en Nombre de Dios y en otros ‘momentos’ podemos ser ‘rechazados y condenados’ por el mismo servicio que una vez nos hizo ser aceptados.

Lunes santo: Los intereses separan, el amor regala.
En casa de Lázaro, junto a Marta y María, en un ambiente de amistad íntima Jesús recibe varias cosas: una costosa ofrenda de perfume, una cena preparada con cariño y el consuelo de un puñado de amigos que le aprecian más allá de su capacidad ministerial. La casa estaba llena de ‘el perfume de la amistad’. Entre los discípulos de Jesús había uno con otra perspectiva del asunto, para Judas todo esto era un derroche, con mirada calculadora este ‘perfume’ podría usarse para otros objetivos.
Para reflexionar: Entre nuestros cercanos siempre tendremos distintas opiniones y algunas opiniones pueden clavarnos ‘en una cruz’. Unos nos darán regalos costosos y hasta el corazón, otros pondrán sus intereses por encima de nuestra vida y nos traicionarán, sin importar las consecuencias.

Martes santo: Amar al traidor.
El dolor en el corazón de ser traicionado por un amigo íntimo es la marca de este día. Este día Jesús es ‘curado’ de la traición del primer Judas. A lo largo de la historia, Jesús sigue siendo traicionado por discípulos. En este día podemos recibir de Jesús el poder para amar a quien nos traiciona, principalmente a esas personas que aún estando cerca, compartiendo el ‘mismo pan’ nos han hecho mal. Jesús no le niega el entregarle ‘pan untado’, gesto que muestra cómo Jesús perdona, acepta las limitaciones de Judas y cambia la página. Esto Judas nunca lo aceptó en profundidad, pero Jesús sí le amó aún en el dolor.
Para reflexionar: En Jesús es posible amar al que nos traiciona y en Jesús es posible entregar ‘pan untado’ para dar libertad al que nos ha dañado.

Miércoles santo: Fulano.
Mientras Judás se asocia a personas de autoridad en contra de Jesús, los demás discípulos se acercan a ‘Fulano’ quien presta lo mejor de su casa para la cena de Pascua de Jesús. Las autoridades cierran la puerta a Jesús, mientras Fulano le abre la puerta de su casa. Asociarse a autoridades en contra de alguien es una realidad que sigue sucediendo en los trabajos, comunidades y hasta familias. Gracias a Dios por los ‘Fulanos’ que abren misericordiosamente sus puertas para acoger al atacado por la combinación traidor/autoridades torcidas.
Para reflexionar: ¿Somos de aquellos que cerramos puertas a los injustamente acusados o de aquellos como ‘Fulano’ que damos de lo mejor a quien sufre injustamente? ¿Somos de aquellos que aceptamos ciegamente la torcedura de algunas autoridades o mas bien nos arriesgamos por quien sufre sin culpa debajo de algún abuso de autoritarismo?

Jueves santo: Enfocarse en lo positivo.
En medio del drama de una semana tan dolorosa, Juan 17 nos revela la oración de Jesús en medio de un momento tan duro para su corazón, vemos como el Maestro nos enseña que en medio de problemas graves, podemos dejar que el Espíritu Santo nos muestre ‘lo positivo’ y no enfocarnos en lo negativo. Ver lo que Dios está haciendo y no quedarnos en lo que no está haciendo. En otras palabras aunque Judas traicione, hay otros once que no. Aunque yo sea ‘frendado y preso’ otros continuarán. Aunque mi ‘misión’ llegó a un tope, las de otros apenas comienza.
Para reflexionar: ¿Cuando oras te enfocas en lo que Dios está haciendo y seguirá haciendo o sólo te enfocas en lo que está mal? ¡Gracias Señor porque haces más de lo que vemos!

Viernes santo: Guerra espiritual.
Este es el día en que más chocó el Poder de Dios contra las fuerzas del mal. Las fuerzas del mal que embaucaron a las autoridades de la época y que ennegrecieron el corazón de Judas. Este día Jesús pelea con la muerte, se entrega, se deja herir. Su estrategia es dejarse encubrir por la oscuridad para brillar intensamente desde lo más profundo del mal. Por física sabemos que hasta una pequeña luz intimida cualquier oscuridad, en este caso Jesús/Luz no es una pequeña luz. Su Luz elimina la muerte. Los evangelios nos muestran como este día se oscurece el cielo de la tierra mientras se ilumina la oscuridad del mundo espiritual, se rompe la cortina del Lugar Santísimo como signo de que se abre una nueva dimensión de accesibilidad en Dios y hasta resucitan muertos como señal de que ya se venció la muerte.
Para reflexionar: Para vencer el mal hay que enfrentarlo. El miedo y la apatía a no enfrentar los males nunca resuelven nada. Jesús fue enfrentando males y al final de su ministerio enfrenta el mayor mal de la humanidad. No le huye. ¿Huyes o enfrentas? Aparentemente Jesús pierde al morir, pero Su muerte nos trae la Victoria. En Jesús, por Su Sangre podemos vencer los más grandes males en la tierra.

Sábado santo: Si no sabes que hacer…espera.
Este es un día en el que después de un suceso tan doloroso y desconcertante los cristianos de todas las épocas no saben ni que hacer. Es un día en que oficialmente no hay liturgia oficial. Es un día en el que está oficialmente permitido no hacer nada, PERO para esperar. Hay silencios que matan y hay silencios que están preñados de vida. El silencio de este día está cargado del Poder de Dios. Algo nuevo y grandioso está ‘cocinándose’.
Para reflexionar: ¿No sabes que hacer? Espera en Jesús. Callar ante lo que no se entiende es bueno siempre y cuando sea con la expectativa de que Dios está trabajando, aunque no lo vea.

Domingo de Resurrección: regeneración de la carne.
La carne de Jesús se regenera, Jesús no sale del sepulcro como un zombie sin conciencia ni un fantasma sin cuerpo. Es la misma persona con un cuerpo transformado, un cuerpo con propiedades recibidas de una Realidad Mayor. Lo real está cambiando. El Reino de Dios da Su golpe triunfal, un ser humano lleno de Dios ya puede vencer hasta la muerte. Jesús es el José del Nuevo Testamento, sale de la cárcel le dan las llaves de la cércel donde estuvo. Ahora tiene la autorización para dar vida. Cada sanación es una pequeña resurrección. Sin resurrección no hay sanación. La Resurrección muestra que todo es posible, que toda sanación es posible. También muestra que la muerte no es el final, que hay mucho más Jesús sigue viviendo y en Él muchos siguen viviendo e influenciando nuestra realidad.
Para reflexionar: ¿Rechazas tu cuerpo? ¿Eres de los que consideras que el cuerpo es menos importante? Entonces ¿Por qué Jesús no resucitó sólo con Su alma?

Si quieres puedes compartir esto con quien quieras.