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Labios Puros

Labios Puros

Aquél día Isaias vio al Señor, lo vio cuando el rey Uzías murió. El pueblo, incluyendo a Isaias estaba aturdido por la muerte de su rey. PERO si el rey Uzías no moría Isaias no iba a ver. Según Jesús para ver hay que creer. Mientras Uzías vivía Isaias y el pueblo de Dios no creían. Su fe estaba muerta. La muerte de Uzías reavivó la fe de Isaias y del pueblo. Uzías representaba estabilidad y riqueza. Remodelación y belleza. El Pueblo rodeado de opulencia y estructuras estaba zombie, con apariencia de vivo, pero muerto. El pueblo necesitaba una purificación.

Vienen los tiempos de los labios puros. Prepárate. Uzías tiene que morir. Ese rey debe morir. Uzías, si estudiamos su vida en la Biblia, vemos que intentó tomar el lugar de los sacerdotes y como consecuencia de esto le entró lepra en su cuerpo y murió. La muerte y la enfermedad viene cuando nos salimos del propósito de Dios para nuestra vida. Cuando hacemos lo que no es de Dios para nosotros nos enfermamos y la muerte toma dominio. Uzías murió y automáticamente a Isaias se le abrieron los ojos para ver al verdadero Rey sentado en Su trono.

¡Dios sigue reinando! ¡Sí! Aunque sientas momentos de inestabilidad, aunque haya una aparente oscuridad. Aunque Uzías el Remodelador haya muerto, Jesús está vivo. El orgullo tiene que morir y ser enterrado para que brote lo nuevo de Dios. Hay un orgullo en algunos ambientes de la Iglesia que está tapando los ojos del pueblo y por eso no ven a Dios en Su Trono. Isaía lo vio al morir Uzías. Hay un Uzías en cada uno de nosotros que debe morir para poder ver.  Yo no temo ver. Cada vez que veo más a Dios actuar, más le amo.

Isaías vio todo el esplendor del Señor. Vio que las ropas de Dios cubrían todo el Templo. Dios cubre a la Iglesia, Dios cubre con sus caricias y sus amores a los suyos cuando nos enfocamos en El. Mientras sigamos con los ojos en lo que pasó o lo que no pasó. Mientras estemos viendo a Uzías, lo que Uzías comenzó y no terminó, no veremos a Dios en Su trono. Dios sigue en su trono a pesar de lo que pasó o no pasó.

Isaías ve al Señor y lo primero que sale de sus labios es muerte. Sale de sus adentros su enfoque. Da lo que tiene. Pues nadie da lo que no tiene. Una profunda experiencia de Dios le pincha sus adentros y le sale: «Voy a morir». Dios tiene propósito para Isaías, pero Isaías tiene muerte en su interior. Dios tienen que re-alinear a Isaías. Dios tiene que purificar lo para que de adentro de Isaías brote vida y no muerte. Isaías se dejó afectar por su alrededor. Dios quiere que Isaías afecte su alrededor. Que Isaías cambie la atmósfera que le rodea.

Muchas veces Dios quiere hacer más a través nuestro y nosotros le frenamos. Sacando a flote lo que nos rodea. Mostrándole a Dios lo que es obvio para El. Dios sabía ya de la inestabilidad por la muerte de Uzías. Dios sabía del pecado de Isaías. Dios sabía que era necesario una pureza de corazón para ver más pues sólo los limpios verán más. Pero aún así Dios quería intervenir y mostrarle a Isaías su agenda, su poder, su caracter. Isaías casi frena a Dios diciendo es que soy pecador y tengo labios impuros y voy a morir. Dios no se detiene. Dios pone un carbón a rojo vivo en sus labios.

De lo que abunda el corazón, hablan los labios, dijo Jesús. Esta purificación es de dentro hacia fuera. Lo que funciona dentro funciona fuera. Lo que no funciona en lo íntimo, en lo interior, en lo privado, no funciona afuera, no funciona en lo externo o visible. Dios purificó con rojo vivo, como la Sangre de Jesús, que es lo único puro y que purifica.  Dios proveyó lo que sana y purifica. Dios capacitó a Isaías para hablar vida.

El carbón fue algo vivo. Algo que perdió vida, murió, se ennegreció. Pero fue puesto como un posible combustible del altar de Dios. Una de las formas más antiguas de encender carbones es derramar aceite encima del carbón. Algunos carbones ya traen aceite dentro y estos encienden y mantienen más el fuego. Un ángel tomó un carbón a vivo fuego y lo puso en los labios de Isaías. Le quitó la muerte de los labios y del corazón. Aquel que antes decía que iba a morir luego dice envíame a mi. Yo tengo y tendré mucho para dar.

Dios está levantando nuevos Isaías. Las prédicas que tocarán los corazones en este tiempo serán la que salgan de labios tocados por el carbón de Dios. Labios puros. Hay canciones que no ayudan al pueblo a ver a Dios, pues no son compuestos ni cantados por corazones tocados ni por labios tocados por el rojo vivo purificador de Dios. Vienen tiempos de separación. Tiempos en los que se notarán los que han visto cuando su Uzías murió. Isaías que proclaman vida. Ya basta de gente de Iglesia que sólo llora y se impacta por la muerte. Ya basta de repetir lo que nos rodea. Es tiempo de que nuevos Isaías hablen la vida de Dios. Hablen la paz de Dios. Hablen la salud de Dios. Hablen en el Poder del Espíritu de Dios. En Nombre de Dios.

¿Estás listo para que muera tu Uzías? ¿Estás dispuesto a que tus labios sean purificados? ¿Quieres que Dios te muestre más? ¿Te atreves a confiar? Yo quiero labios puros. Labios suyos. Soy suyo.

Un abrazo. Puedes compartir esto con quien quieras.

 

Margarita tiene dedos nuevos

Margarita tiene dedos nuevos

Tenía los pies encorvados desde niña. A tal punto que escondía sus pies. Aunque le molestaban los zapatos nadie sabía de la deformación en sus dedos. En medio de la adoración Dios la sanó. Sus dedos ya no están encorvados. Jesús la sanó. 

Esto ocurrió en Monterrrey. Durante un momento de adoración dentro del Congreso Nacional de Ministerios de Música, Animadores de asamblea e intercesores. Dios nos regaló muchas bendiciones y entre ellas lo que al inicio de este artículo escribí sobre Margarita.

Ella se acercó a la tarima en la cual estábamos, se quitó sus zapatos y nos mostró sus pies ya curados por el Poder de Dios. Todo esto luego de una palabra de conocimiento que recibí y comuniqué ante todos. Después de unos minutos de espera Margarita se identificó entre los miles de presentes caminando hacia nosotros con sus ojos llenos de lágrimas de emoción y agradecimiento a Dios.

Es hermoso lo que sucede cuando adoramos a Dios. En Su Presencia lo imposible se hace posible. En su Presencia retornamos a la originalidad que Dios pensó para nuestra alma y cuerpo. Es la Presencia Restauradora de Dios. La Presencia de Dios sana y liberta. Cuando en privado, en asamblea o en una multitud adoramos al Señor y hacemos conciencia de Su Presencia, se activa la fe y fluye el Poder de Dios bendiciendo a los presentes.

«En su Presencia lo imposible se hace posible»

Imagínate el impacto emocional en ella cuando obedeció en fe la palabra de conocimiento que decía: «Aquí hay alguien con los pies encorvados desde temprana edad, no dejas que te vean los pies por vergüenza pero quítate los zapatos y mira que Dios te está sanando». Ella lo hizo y vio que era real. Muchas bendiciones se pierden por falta de obediencia en fe. Hay una conectividad entre la fe, la obediencia y las bendiciones de Dios.

Me imagino cuando Margarita llegó a su casa y mostró a sus cercanos lo sucedido. Su familia de seguro si sabía de su condición. Una sanación es un llamado a la fe tanto para quien ya conoce a Jesús como para quien no. Su familia debe haber recibido un aumento de fe en el Señor al ver Su Misericordia palpable en los pies de ella.

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Dios bendice a quien se equivoca

Dios bendice a quien se equivoca

Las palabras de conocimiento, cuando son dichas con la intención de obedecer al Señor, aunque las digamos con detalles incorrectos, pueden bendecir y sanar. En ocasiones yo me limitaba y cuando percibía algo que no entendía o algo que yo no había experimentado, no lo decía. PERO gracias a Dios, he ido rindiendo el ‘querer entenderlo todo’, muero a mi y me llevo a obedecer al Señor. Cada vez me hace más sentido la frase que quien obedece al Señor Jesús no se equivoca.

Nota importante: Hace poco publiqué un testimonio sobre la bendita exactitud del carisma de Palabra de Conocimiento (si no lo leíste haz click aquí Las Pastillas Amarillas, en esta ocasión publico la bendita inexactitud de la Palabra de Conocimiento. Dios bendice nuestros riesgos. Escribo esto uno detrás del otro a propósito para que nos demos cuenta que Dios usa hasta nuestros fallos y no debemos paralizarnos por detalles).

Este fin de semana del 18 al 19 de marzo, estuve en El Paso, Tx. En un congreso de Evangelización, allí en su mayoría eran personas que no habían nunca participado de una actividad así (prédicas, oración, testimonios, etc.). Estuve con mi amigo Sergio Soto.

En un momento de oración sentí que allí presente había alguien con una ‘uña enterrada’ o ‘uña encarnada’ que le causaba mucho dolor al pisar y caminar. Al decirlo y pedir confirmación entre los presentes, nadie levanta la mano. (A veces me gustaría tener el don de tirar rayo laser por los dedos para tirarle a los que luego se acercan en los recesos a decir que no se atrevieron a identificarse cuando estuvimos buscando confirmación). Es broma lo del rayo laser 😉

Insistí un poco más, pero nadie decía: ‘soy yo’. Les decía que queríamos dar Gloria a Dios porque te había quitado ese dolor o malestar al pisar. Nadie decía nada. Esta fue la última palabra de conocimiento que dimos en ese momento de oración y todos estaban como a la expectativa, igualmente yo pues además era la primera vez que me venía una palabra de conocimiento de ese tipo.

Confieso que en un momento pensé que era una sanación sencilla o sin importancia. Que es más importante la sanación de un hueso o de cáncer. Aunque en fracciones de segundos me respondí a mi mismo. Quien soy yo para detener a un Dios tan grande que quiere sanar una uña. Además como a mi no me duele la uña al pisar, es muy fácil para mi concluir que entonces esto es una sanación sencilla. Si le hubiese dado importancia a ese razonamiento no digo la palabra de bendición para otro.

Al terminar cuando ya casi se iban a dar los avisos finales del día, mientras se cantaban una canción de alabanza, se me acerca una mujer con cara sorprendida y con los cordones de los zapatos desamarrados.

¿Es usted la de la uña? Ella me responde: «déjeme explicarle». «Yo no me identifiqué pues no tengo ninguna uña encarnada. Pero sí me pasa hace años que la uña del dedo pequeño de mi pie derecho (mientras hablaba se quitaba los zapatos y medias) me roza con el dedo de al lado y me creó un cayo redondo muy doloroso, pero mire ahora desapareció el cayo y no tengo nada de dolor.»

Me arrepentí de haber querido tirarle un rayo laser. Yo fui quien me equivoqué. No quiero justificar mi equivocación pero a veces es difícil comunicar lo que percibimos ‘en el Espíritu’, en ocasiones podemos fallar. Pero Dios aún así puede hacer su obra. Santa Teresa decía: Dios escribe derecho aún sobre líneas torcidas. Así es Su Poder.

Doy gracias a Dios que crecí y sigo creciendo en la fe al rededor de personas que me dan el permiso de fallar, sin que esto sea la gran cosa. Fallando es que se aprende. Nadie aprende a andar en bicicleta sin que se tenga algunas caídas en el proceso.

Muchas personas y/o comunidades no crecen en la Vida Carismática pues están sumidos en un ambiente de crítica, escrúpulos o competencia. Cuando se andan buscando las fallas en el ejercicio de los carismas más que enfocarnos en lo que Dios sí está haciendo se pone como un bloqueo a su acción. Del mismo modo cuando los ancianos en la fe, los expertos o líderes tienen un ojo crítico ante quien intenta dar una palabra de conocimiento o profecía y luego en vez de hablar con un tono de ayuda hacen sentir al que se lanzó en fe como un estúpido. Así también las competencias carismáticas, en ambientes donde no se honra la unción que tiene otro y se compite por ‘el lugar del más ungido’, así no se crece en el Poder Carismático del Espíritu Santo. Me admiro y honro como el Señor usa a mi amigo Sergio Soto. Me encanta escucharlo predicar. Muchas palabras de conocimiento que el da superan las mías y eso que el dice que ha aprendido de mi.

Antes de terminarse el evento tomamos el micrófono y esta persona mostró su pie y contó lo que Dios había hecho. Agradecía a Dios que le quitó tan gran molestia y dolor al caminar. Y yo agradezco a Dios que hasta a través de nuestros fallidos intentos el actúa con Su Amor y Poder.

Lancémonos en fe. No nos enfoquemos en fracasos carismáticos, ni en fallos en nuestros intentos de dejar que fluyan los carismas. Mejor enfoquemos más nuestra mirada en el Señor y ayudémonos el uno al otro. Y los que tenemos la etiqueta de expertos o líderes, por favor, seamos coaches o entrenadores cariñosos que animen a los que están aprendiendo a abrirse al fluir del Espíritu Santo.

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10 años sin poder caminar

10 años sin poder caminar

Este fin de semana pasado estuve en la ciudad de Coatzacoalcos junto a mi amigo Melchor Maldonado. Esta foto es sólo uno de los tantos testimonios.

Sentí una palabra de conocimiento de alguien con un problema en su pierna derecha y que esto le impedía caminar bien.

Esta persona se identificó, levantó su bastón y hasta saltó frente a nuestros ojos. ¡Gloria a Dios!

Tenía diez años sin poder caminar sin ayuda. El bastón nuevo… para la basura.

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Manifestaciones en medio de la oración

Manifestaciones en medio de la oración

¿Alguna vez has visto a alguien moviéndose mientras se está orando? ó ¿Temblando? ¿Sudando? A esto en el ministerio le llamamos ‘manifestaciones en la oración’. Hablemos un poco de esto en este artículo.

Este miércoles en la noche un querido amigo mío me dice: Oye Miguel ¿Qué crees de una persona que siempre que estamos orando le tiembla una de sus manos? ¿Es eso algo demoníaco? A lo que le respondí con un rotundo NO. Obviamente siempre hay que discernir, pero no siempre una manifestación o algo fuera de lo común o que parezca fuera de contexto es causado por un demonio.

Esto lo comparo con que hay distintos voltajes y amperajes en la electricidad. Hace poco un hermano de comunidad me regaló un router para internet y cuando lo conecté no encendía. Por error mi amigo me lo había entregado con el adaptador equivocado, pero yo creía que estaba dañado o el router o el adaptador. Fui a una de estas tiendas especialistas en estos temas y al probar el router todo estaba bien, pero me dijeron que el adaptador para la corriente eléctrica era del voltaje correcto pero de menos amperaje y por ello nunca iba a funcionar bien. Necesitaba comprar un adaptador de mayor amperaje eléctrico para que recibiese la electricidad necesaria y funcionaría así a la perfección. Así lo hice y todo está bien.

Del mismo modo entiendo que ocurre con el Poder de Dios y nosotros. Su “voltaje” o “amperaje” por llamarle así es en ocasiones mayor a lo que la persona ‘corporalmente’ puede recibir. Ocurre lo contrario que con el router y el cable adaptador que yo tenía. En el caso anterior recibía menos pero en la oración muchas veces recibimos de más y entonces ocurren muchas más veces de lo que pensamos las manifestaciones que a veces se confunden con acciones demoníacas. No siempre es así.

Además hay que reconocer que no todos somos del mismo amperaje. Es decir tu y yo tenemos, por decirlo así, amperajes distintos. Así como un celular y una computadora tienen amperajes distintos. Si conectamos el celular con el cable de la computadora puede que el celular ‘manifieste’ de alguna manera que está recibiendo más ‘poder eléctrico’ del que es capaz de aceptar sin manifestarse. En fin, a lo que voy es que, en muchas ocasiones cuando alguien suda, tiembla o cae, en un momento de oración puede ser porque está recibiendo más de lo que su cuerpo en ese momento puede captar.

Aquí quiero poner algunas de las manifestaciones que pueden ocurrir en un momento de oración:

– Caer o lo que algunos llaman ‘descanso en el Espíritu’.
– Sudar, aunque el ambiente climático puede estar bien frío.
– Temblor en alguna parte del cuerpo, como en las manos o pies o cuerpo entero.
– Ruborización o enrojecimiento, algunas personas de tez bien blanca les puede ocurrir esto.
– Llanto, lágrimas o gemidos.

Este listado anterior no es cerrado. No quiere decir que son las únicas manifestaciones. Son las más comunes, pero esto depende mucho del ambiente espiritual en el que estén sumergidas las personas. Tampoco quiero que se mal entienda que cuando esto ocurre es siempre producto de que Dios está actuando en alguien. Como decía antes siempre la comunidad debe discernir qué es lo que Dios está haciendo y que es lo que no está haciendo.No siempre es Dios, pero tampoco siempre es el diablo. Es más algunas personas hasta imitan lo que han experimentado en otro momento o lo que han visto en otros. En un caso así, cuando alguien está imitando la manifestación de otra persona o de otro momento, no está sucediendo ni una manifestación de Dios ni de un demonio, sino un deseo puramente carnal de llamar la atención.

También es bueno aclarar que para que Dios se manifieste no es necesario, ni temblar ni caer, ni nada por el estilo. La actitud debe ser ni cerrarse ni alarmarse ni adelantarse a Dios. Sólo seguirle. Hay personas que su amperaje o voltaje es tan amplio que ni cae, ni tiembla ni nada.

Espero este breve artículo te sirva para estar más atento a lo que Dios puede hacer, ya sea en una asamblea de oración o cuando estamos orando sobre alguien. Oro para que tu intimidad con Dios crezca de tal forma que cuando veas algo fuera de lo común puedas notar cuando es Suyo o no. Un abrazo y comparte este escrito con todas las personas que entiendas le puede servir. Además si quieres puedes dejar aquí tu comentario.