Recién celebramos la fiesta de Pentecostés. Para algunos es meramente una fiesta más entre las tantas dentro de la liturgia. Pero para otros, incluyéndome, es una fiesta sumamente importante. ¿Es Pentecostés importante para ti?
Soy de los que creo que todo creyente, dentro o fuera de la fiesta de Pentecostés debe experimentar un ‘pentecostés personal’. Debe vivir ‘un bautismo en el Espíritu Santo’. Esto no es invento de ningún movimiento de la Iglesia, el Bautismo en el Espíritu es invención de Dios. Jesús fue quien dijo: “…ustedes serán bautizados con el Espíritu Santo”. (Hch 1,5)
El bautismo en el Espíritu o con el Espíritu Santo no es un sacramento. El sacramento del Bautismo se sirve del elemento del agua en el cuál somos sumergidos como iniciación a la vida cristiana. PERO en el bautismo en el Espíritu Santo somos sumergidos o envueltos por el Espíritu Santo, para que seamos testigos poderosos en Dios.
El sacramento del Bautismo nos inicia en la fe, la experiencia del bautismo en el Espíritu nos inicia en el compartir la fe con Poder.
Jesús dijo: “…cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes, recibirán poder y serán mis testigos…” (Hch 1,8). Otras traducciones dicen: “Saldrán a dar testimonio de mí”.
El Espíritu Santo nos convierte en lo que yo llamo Testigos Pentecostalistas.
¿Qué es un testigo? Es aquel o aquella que puede decir: “Yo ví esto”. Ó “Yo escuché o viví esto”. Un testigo es alguien que ha estado donde sucedieron las cosas que se relatan.
¿Qué es un pentecostalista? Es una persona que ha gozado la mismísima experiencia que tuvieron los primeros discípulos de Jesús en el día de Pentecostés.
Una persona, en mi opinión, puede ser pentecostalista, aunque no pertenezca a la iglesia pentecostal. Pueden y hay, pentecostalistas católicos, bautistas, metodistas, episcopales, luteranos, etc…En fin, la experiencia de Pentecostés, que no es lo mismo que la fiesta de Pentecostés convierte a las personas en testigos pentecostalistas, llenos del Poder del Espíritu Santo, de manera que sean testigos ardientes del fuego transformador y sanador de Dios.
No es lo mismo saber de Pentecostés que experimentar “un” Pentecostés.
Hoy más que nunca los creyentes, enfrentando tantos sin sabores del siglo XXI necesitamos más de la Presencia y la guía del Espíritu Santo. Si le desplazamos y no le dejamos movernos en Su Poder. Nadie vendrá al Señor Jesús. Su Presencia es atractiva y necesaria. El Bautismo en el Espíritu Santo es el remedio de Dios para la frialdad de hoy. Frialdad no sólo en el mundo, sino muchas veces en la Iglesia. Dice el Papa Francisco: “Prefiero una Iglesia herida por salir a la calle a servir que una Iglesia enferma por estar encerrada en si misma”.
Recordemos que la Iglesia está conformada por nosotros y si nos quedamos encerrados en nuestros problemas, excusas, falta de conocimiento o desánimo caeremos enfermos de encerramiento. Todo lo contario a Pentecostés, que terminó con las puertas abiertas y los discípulos en la calle testificando de Jesús.
Si aún no estás bautizado en el Espíritu Santo ¿Qué esperas? Pídele a Jesús que te bautice en Su Espíritu. Si ya lo estás, también ¿Qué esperas? Sal a ser Su testigo con Poder. El Poder de Dios se nota en sanaciones, liberaciones, conversiones, etc…
¿Sabías que el miedo y el Espíritu Santo son archi-enemigos?
“Y yo enviaré sobre ustedes lo que mi Padre prometió (El Espíritu Santo). Pero ustedes quédense aquí (en Jerusalem) hasta que reciban el Poder que viene del Cielo.” (Lc 24,49)
El Espíritu Santo es una persona poderosa y Su Presencia en nosotros nos empodera. Es decir nos da Poder en Su Nombre. El miedo logra todo lo contrario, nos hace sentir sin fuerzas.
El miedo nos convierte en analistas con ‘lentes oscuros’ y hace que veamos todo ‘ensombrecido’.
“Donde hay amor no hay miedo, al contrario el amor perfecto echa fuera al miedo…” (1 Jn 4,18). PERO… En mi opinión, Jesús dijo algo superior a Juan, pues para echar al miedo ya se supone que ha entrado. Jesús le dijo a los discípulos ‘cómo no dejar entrar al miedo’.
Les dijo que no se apartaran de Jerusalem hasta que recibieran el Poder del Cielo. Para Jesús el Espíritu Santo es Poder. No cualquier Poder. Es el Poder del Cielo. Les dijo algo como: “No se muevan hasta recibir el Poder del Cielo, en la Persona del Espíritu Santo”.
Jesús en otras palabras les está diciendo a los discípulos de aquel entonces y a los discípulos de ahora: “Si huyen de Jerusalem, el miedo va a entrar en sus vidas. Quédense ahí, enfrenten sus problemas y confíen en mis palabras. Yo les enviaré quien les defienda. PERO…este Defensor actuará en y a través de ustedes. ¡Espérenlo y no huyan! ¡Espérenlo y oren! ¡Espérenlo y abránse a Él! Cuando Él venga recibirán Poder y saldrán a sanar, a liberar en mi Nombre. Así serán mis testigos”.
Sólo quien se cierra al miedo, se abre al Espíritu Santo.
De esta forma los primeros discípulos se abrieron al Espíritu Santo y recibieron ‘su’ Pentecostés.
Daré a continuación algunos pasos que, para mi están como escondidos en este pasaje bíblico (si los sigues recibirás un nuevo pentecostés):
1. No huyas a nada.
En aquel momento lo más lógico para ellos era huir de Jerusalem. PERO…huir es una sugerencia del espíritu de miedo. Jesús sugiere quedarse. ¡Quédate! ¡Enfrenta tus miedos!
2. Obedece aunque no entiendas.
Ellos obedecieron las palabras de Dios aunque no las entendían. La fe no es lógica. Creerle es obedecerle y obedecerle es creerle. ¿Quieres más de Dios? ¡Pues obedécele más!
3. Ora y espera la intervención del Espíritu Santo.
“Fe es la certeza de lo que se espera” (Heb 11,1). Ora esperando. Ora imaginando. Ora viendo a Dios en el Jerusalem del que querías huir. Míralo transformando ‘tu’ Jerusalem con Su Presencia Poderosa.
4. Muévete o Quítate.
Pentecostés comenzó en una habitación y terminó en la calle. Antes del derramamiento del Espíritu Santo hay que quedarse quieto, PERO después del derramamiento hay que moverse…y quien no se mueve, mejor que se quite para que no estorbe.
La garantía de que fuiste bautizado en el Espíritu es salir a arriesgarte en Su Nombre.
Arriesgarse a orar por los enfermos.
Arriesgarse a profetizar sobre barrios, familias y ciudades.
Sin moverte, sin que las comunidades se muevan, sin ‘salidas riesgosas’ no hay Pentecostés verdadero. Para que se active algo nuevo hay que, como dice el Papa Francisco: “Tocar la carne sufriente del hermano”.
Espero que en este Pentecostés: Te quedes, ores y luego te arriésgues.
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Este video es el 2do episodio de la 2da temporada del programa digital ‘Sobre la Ola’, en el cual Irwin, Elena y yo (Miguel Horacio) hablamos sobre si es necesario ser ‘renovado’ o ‘carismático’ para recibir carismas. Otros temas que conversamos aquí es la oración dentro del matrimonio, orar por los compañeros del trabajo, etc…
En estos días después de celebrar que la persona que más me ama venció a quien más me odia quiero compartir contigo las inspiraciones que recibo al releer el relato bíblico de la resurrección.
En Mateo 28,2 dice: «De repente hubo un fuerte temblor de tierra, porque un ángel del Señor bajó del cielo y, acercándose al sepulcro, quitó la piedra que lo tapaba y se sentó sobre ella… los soldados temblaron de miedo y cayeron como muertos. El ángel dijo a las mujeres: «No tengan miedo».
Me gustan varios detalles de esta episodio bíblico:
1. El ángel da un mensaje sentado sobre un gran obstáculo. La razón que nos da la Escritura del porque tembló la tierra, es que un ángel poderoso bajó del cielo. La gran piedra que tapaba la entrada al sepulcro fue movida por el poder del ángel y luego se sentó sobre ella. EL ÁNGEL SE SENTÓ SOBRE LA PIEDRA. Como cuando un luchador vencedor se sienta sobre el vencido. Es como si nos dijera: Dios nos envía ángeles a mover los grandes obstáculos de la vida y luego si miramos con fe, veremos que estos ángeles se sientan sobre estas piedras.
Dios nos envía ángeles a mover los grandes obstáculos de la vida
2. El ángel se sienta a esperar. El ángel no quita la piedra para que Jesús salga, pues su cuerpo glorificado atraviesa paredes, el ángel quita la piedra para que los discípulos puedan entrar a ‘ver’ que dentro de la tumba no hay nadie muerto. Quien estaba allí salió. Me imagino el impacto en el discípulo Juan quien nos dice el Evangelio estuvo allí hasta el final, vio la crucifixión, de seguro vio cuando llevaron a Jesús al sepulcro, es más pienso que hasta ayudó a cargar su cuerpo hasta allí. ¿Cuáles serían los sentimientos de Juan al ver que ya la tumba estaba vacía? La tumba vacía es el aperitivo al encuentro con el Señor resucitado. La tumba vacía engendra preguntas ¿Qué paso? ¿Dónde está? ¿Entonces todo lo que dijo es cierto? ¿Cómo me atreví a dudar ante tanto Poder?
El ángel quita la piedra para que los discípulos al entrar ‘vean’ que dentro de la tumba no hay nadie muerto.
Yo soy de los que creo que muchos ángeles están sentados por nuestra inactividad. Ellos se sientan a esperar que nos movamos en fe. En este caso sólo la fe movió a los discípulos a acercarse al sepulcro a ver. Además quien no se acerca en fe, nunca verá. ¿Está tu ángel esperando? ¿Inactivo por tu inactividad?
3. La manifestación de Dios da miedo a los que tienen la actitud incorrecta en el corazón. El ángel, luego de esperar quien sabe cuanto tiempo, pues el Evangelio no nos dice cuanto tiempo estuvo allí sentado. Le dice a las mujeres discípulas que se acercaron: No tengan miedo. Los ángeles vienen a quitar miedos. El mensaje del ángel sentado sobre la gran piedra del sepulcro es que el miedo no es de los que creen en el Señor resucitado. El miedo hace que hasta soldados entrenados caigan al suelo como muertos. El miedo es el principio de la muerte. La fe es el principio de la vida.
En aquel momento los soldados designados precisamente para que nadie abriera el sepulcro no podían ni moverse, me imagino que al ver a semejante personaje, lleno del Poder de Dios moviendo una piedra gigante se sintieron que la mejor salida era caer al suelo y dejarle hacer lo que quisiera, además ¿Cómo enfrentar a un enviado de Dios? ¿Con qué arma, entrenamiento o actitud enfrentarle? Ante el Poder de Dios los soldados de este mundo caen al suelo. Los soldados que sirven al odio, al miedo, a la enfermedad y la muerte…caen ante el Poder del Resucitado.
4. Cada vez que un ángel poderoso baja del cielo, ‘tiembla’ la tierra. No quiere decir que viene a hacer daño, todo lo contrario viene a hacer bien. A dar un mensaje de parte de Dios, a hacer posible lo imposible. Algo siempre sucede en la presencia de los mensajeros de Dios. Un ángel es un mensajero que se sienta. Quien se sienta no tiene nervios, quien se sienta está seguro de quien le envía. La tierra tiembla en la presencia de quien está seguro en Dios. La tierra se mueve y se somete ante quien obedece a Dios. Cuando alguien habla en el Nombre de Dios, la tierra tiembla y los soldados malos caen.
5. El ángel invitó a que entraran al sepulcro a ver. Ver para creer. Hay dicha en creer sin ver, pero también vemos en la Biblia como en ocasiones hay que ver para creer. Un ángel del cielo hace lo que le mandan. Todo lo que dijo e hizo fue porque le mandaron a hacerlo. Es decir que la voluntad de Dios es que el ángel quitara la piedra para que entraran y vieran y viendo creyeran. Algunas personas que sólo se adhieren al ‘creer sin ver’ pero la verdad es que mientras más intervenciones poderosas de Dios veo, más creo.
Oración: «¡¡Señor!! Manda tus ángeles poderosos a quitar piedras de nuestras situaciones sepulcros. Para que cuando estas piedras sean quitadas podamos ver que haz vencido por nosotros!!! Que esta acción poderosa tuya active nuestra fe. Permítenos sentarnos junto a tu ángel. Sentarnos sobre las piedras vencidas porque tu haz resucitado. Eres vencedor de la muerte!! En ti, todo es posible. Amén!!!
Te pongo aquí una guía de reflexión para cada día de la semana santa. Cada día tiene su riqueza y su bendición. Espero esto te ayude.
Domingo de Ramos: El contraste.
En este día vemos como Jesús es recibido con alabanzas, es aclamado por la multitud. Está envuelto en el triunfo de años invertidos en el Ministerio que el Padre le encomendó, PERO en esta misma ciudad en pocos días será rechazado y condenado. Para reflexionar: Nosotros al igual que Jesús sufrimos y/o sufriremos contrastes parecidos en momentos seremos ‘aceptados’ por lo que hacemos en Nombre de Dios y en otros ‘momentos’ podemos ser ‘rechazados y condenados’ por el mismo servicio que una vez nos hizo ser aceptados.
Lunes santo: Los intereses separan, el amor regala.
En casa de Lázaro, junto a Marta y María, en un ambiente de amistad íntima Jesús recibe varias cosas: una costosa ofrenda de perfume, una cena preparada con cariño y el consuelo de un puñado de amigos que le aprecian más allá de su capacidad ministerial. La casa estaba llena de ‘el perfume de la amistad’. Entre los discípulos de Jesús había uno con otra perspectiva del asunto, para Judas todo esto era un derroche, con mirada calculadora este ‘perfume’ podría usarse para otros objetivos. Para reflexionar: Entre nuestros cercanos siempre tendremos distintas opiniones y algunas opiniones pueden clavarnos ‘en una cruz’. Unos nos darán regalos costosos y hasta el corazón, otros pondrán sus intereses por encima de nuestra vida y nos traicionarán, sin importar las consecuencias.
Martes santo: Amar al traidor.
El dolor en el corazón de ser traicionado por un amigo íntimo es la marca de este día. Este día Jesús es ‘curado’ de la traición del primer Judas. A lo largo de la historia, Jesús sigue siendo traicionado por discípulos. En este día podemos recibir de Jesús el poder para amar a quien nos traiciona, principalmente a esas personas que aún estando cerca, compartiendo el ‘mismo pan’ nos han hecho mal. Jesús no le niega el entregarle ‘pan untado’, gesto que muestra cómo Jesús perdona, acepta las limitaciones de Judas y cambia la página. Esto Judas nunca lo aceptó en profundidad, pero Jesús sí le amó aún en el dolor. Para reflexionar: En Jesús es posible amar al que nos traiciona y en Jesús es posible entregar ‘pan untado’ para dar libertad al que nos ha dañado.
Miércoles santo: Fulano.
Mientras Judás se asocia a personas de autoridad en contra de Jesús, los demás discípulos se acercan a ‘Fulano’ quien presta lo mejor de su casa para la cena de Pascua de Jesús. Las autoridades cierran la puerta a Jesús, mientras Fulano le abre la puerta de su casa. Asociarse a autoridades en contra de alguien es una realidad que sigue sucediendo en los trabajos, comunidades y hasta familias. Gracias a Dios por los ‘Fulanos’ que abren misericordiosamente sus puertas para acoger al atacado por la combinación traidor/autoridades torcidas. Para reflexionar: ¿Somos de aquellos que cerramos puertas a los injustamente acusados o de aquellos como ‘Fulano’ que damos de lo mejor a quien sufre injustamente? ¿Somos de aquellos que aceptamos ciegamente la torcedura de algunas autoridades o mas bien nos arriesgamos por quien sufre sin culpa debajo de algún abuso de autoritarismo?
Jueves santo: Enfocarse en lo positivo.
En medio del drama de una semana tan dolorosa, Juan 17 nos revela la oración de Jesús en medio de un momento tan duro para su corazón, vemos como el Maestro nos enseña que en medio de problemas graves, podemos dejar que el Espíritu Santo nos muestre ‘lo positivo’ y no enfocarnos en lo negativo. Ver lo que Dios está haciendo y no quedarnos en lo que no está haciendo. En otras palabras aunque Judas traicione, hay otros once que no. Aunque yo sea ‘frendado y preso’ otros continuarán. Aunque mi ‘misión’ llegó a un tope, las de otros apenas comienza. Para reflexionar: ¿Cuando oras te enfocas en lo que Dios está haciendo y seguirá haciendo o sólo te enfocas en lo que está mal? ¡Gracias Señor porque haces más de lo que vemos!
Viernes santo: Guerra espiritual. Este es el día en que más chocó el Poder de Dios contra las fuerzas del mal. Las fuerzas del mal que embaucaron a las autoridades de la época y que ennegrecieron el corazón de Judas. Este día Jesús pelea con la muerte, se entrega, se deja herir. Su estrategia es dejarse encubrir por la oscuridad para brillar intensamente desde lo más profundo del mal. Por física sabemos que hasta una pequeña luz intimida cualquier oscuridad, en este caso Jesús/Luz no es una pequeña luz. Su Luz elimina la muerte. Los evangelios nos muestran como este día se oscurece el cielo de la tierra mientras se ilumina la oscuridad del mundo espiritual, se rompe la cortina del Lugar Santísimo como signo de que se abre una nueva dimensión de accesibilidad en Dios y hasta resucitan muertos como señal de que ya se venció la muerte. Para reflexionar: Para vencer el mal hay que enfrentarlo. El miedo y la apatía a no enfrentar los males nunca resuelven nada. Jesús fue enfrentando males y al final de su ministerio enfrenta el mayor mal de la humanidad. No le huye. ¿Huyes o enfrentas? Aparentemente Jesús pierde al morir, pero Su muerte nos trae la Victoria. En Jesús, por Su Sangre podemos vencer los más grandes males en la tierra.
Sábado santo: Si no sabes que hacer…espera.
Este es un día en el que después de un suceso tan doloroso y desconcertante los cristianos de todas las épocas no saben ni que hacer. Es un día en que oficialmente no hay liturgia oficial. Es un día en el que está oficialmente permitido no hacer nada, PERO para esperar. Hay silencios que matan y hay silencios que están preñados de vida. El silencio de este día está cargado del Poder de Dios. Algo nuevo y grandioso está ‘cocinándose’. Para reflexionar: ¿No sabes que hacer? Espera en Jesús. Callar ante lo que no se entiende es bueno siempre y cuando sea con la expectativa de que Dios está trabajando, aunque no lo vea.
Domingo de Resurrección: regeneración de la carne.
La carne de Jesús se regenera, Jesús no sale del sepulcro como un zombie sin conciencia ni un fantasma sin cuerpo. Es la misma persona con un cuerpo transformado, un cuerpo con propiedades recibidas de una Realidad Mayor. Lo real está cambiando. El Reino de Dios da Su golpe triunfal, un ser humano lleno de Dios ya puede vencer hasta la muerte. Jesús es el José del Nuevo Testamento, sale de la cárcel le dan las llaves de la cércel donde estuvo. Ahora tiene la autorización para dar vida. Cada sanación es una pequeña resurrección. Sin resurrección no hay sanación. La Resurrección muestra que todo es posible, que toda sanación es posible. También muestra que la muerte no es el final, que hay mucho más Jesús sigue viviendo y en Él muchos siguen viviendo e influenciando nuestra realidad. Para reflexionar: ¿Rechazas tu cuerpo? ¿Eres de los que consideras que el cuerpo es menos importante? Entonces ¿Por qué Jesús no resucitó sólo con Su alma?
Si quieres puedes compartir esto con quien quieras.
Tuve una imagen mental de que alguien con dificultad en su cadera iba a ser sanada. La imagen era de alguien caminando con problemas, pero luego caminaba bien.
Esto que te relato ocurrió en mi último viaje de evangelización. En Fort Lupton, Colorado. Esta palabra de conocimiento en forma de imagen mental es como un aviso de Dios para que notemos lo que Él esta haciendo para bendecir a los habitantes de Su Reino.
Las palabras de conocimiento son como un aviso de Dios para que notemos lo que Él esta haciendo para bendecir a los habitantes de Su Reino.
Cuando lo comuniqué a los presentes (unas 120 personas) y pregunté si alguien se identificaba con lo que veía en mi mente, se levantó una persona con una torcedura corporal muy notable. Al verla me impresioné pues nunca había visto físicamente a esta persona, pero era exactamente lo que había visto ‘en el Espíritu’.
Las palabras de conocimiento son un llamado a la fe, tanto para quien recibe esta ‘revelación’ como para quien se identifica con lo que se describe. Al ver a la persona frente nuestro nos dimos cuenta que debíamos orar por ella imponiéndole las manos. La invitamos a pasara al frente, lo cual no hacemos mucho en asambleas, pues entonces todo el mundo quiere que ‘los del frente’ le impongan las manos y en asambleas de gran número esto no siempre es posible.
Las palabras de conocimiento son un llamado a la fe.
PERO esta persona necesitaba un tiempo más prolongado de oración. Al pasar al frente le preguntamos su nombre, le preguntamos el tiempo de padecimiento de este mal y le preguntamos si tenía algún tipo de dolor, además de que nos dijera si había sentido algo de parte de Dios al escuchar la descripción en la palabra de conocimiento. Ella nos dijo que al escuchar que describíamos su condición ella sintió mucha paz, calor y que era Dios bendiciéndola. (En ocasiones estos son signos de la acción de Dios).
La sentamos en una silla y comenzamos a orar tocando, con su permiso, su espalda en el lugar que ella decía que le comenzaba la torcedura del cuerpo hasta su cadera. Ella nos contó que a la edad de tres años le dio polio y esto le causó desde entonces que su cuerpo se fuese deformando, al pasar los años ella iba empeorando y perdiendo movilidad en su cuerpo. Mientras orábamos el Señor nos iba revelando más detalles personales de su vida, lo cual ya no anunciábamos a los demás presentes pues esto era algo privado que Dios quería sanar en ella.
Hemos aprendido a dar órdenes de fe. Estas órdenes no son a dirigidas a Dios, más bien son en Nombre de Dios. Decíamos: “En el Nombre de Jesús le ordenamos a los huesos, nervios, músculos de Olga recuperar la originalidad pensada por Dios al crearla. Restáurense en el Nombre de Jesús”. Luego de unos minutos de oración los huesos de Olga comenzaron a tronar. Dios, en el poder, de Su Espíritu Santo estaba recolocando los huesos donde debían estar.
Las órdenes de fe son mandatos en el Nombre de Dios.
Ella estaba muy emocionada, con lágrimas en sus ojos, sintiendo el poder de Dios en su cuerpo. Sanándola. Le invité a ponerse de pie. Nos había dicho al inicio que no sentía dolor, pero que había movimientos que no podía hacer desde niña. Al levantarse de la silla le dije que ejercitara la fe intentando hacer algún movimiento que antes de la oración no podía hacer. (He notado que mucha gente no recibe bendiciones de Dios porque omiten este paso en fe, moverse en el Nombre de Dios) y ella comenzó a doblarse de una lado a otro. A la izquierda a la derecha. Para mi nada extraño pero cuando le pregunté “¿Cuánto tiempo tenías sin poder hacer ese movimiento?” Su respuesta nos impactó: “Tenía 51 años sin poder hacer este movimiento”. Su cara de felicidad era indescriptible.
Mucha gente no recibe sanación pues no se mueven para probar en su cuerpo lo que Dios está haciendo. Dios no sana a estatuas.
Notamos que estaba mucho menos torcida que al principio. Por ello podía hacer este movimiento sin perder el equilibrio. Le pedimos que se sentara de nuevo y seguimos imponiendo nuestras manos y dándole órdenes de fe a su cuerpo. Hemos aprendido, y aún seguimos aprendiendo, que algunas condiciones y más cuando las personas tienen muchos años padeciendo de algo, es necesario más tiempo de ministración. Sus huesos seguían tronando, ella sentía como su cuerpo iba cambiando bajo el poder de Dios. Nosotros Irwin (quien me acompañaba y yo) parecíamos niños viendo como nuestro Padre cumple lo que promete.
Luego de unos minutos más le pedimos levantarse de la silla y probar algún otro movimiento que antes no podía realizar. Ella comenzó a levantar y flexionar la rodilla en su pierna izquierda. Nuevamente estaba feliz. Le pregunto: ¿Cuánto tiempo tienes sin hacer ese movimiento?” Responde: “Tenía 14 años sin poder hacer esto, me tenían que ayudar hasta para ponerme los zapatos”. ¡Gloria a Dios!
El Reino de Dios está aquí. Actuando poderosamente en los que esperan y se abren como niñitos. Vemos como todo inició con una palabra de conocimiento que nos movió a orar más por una persona. Me imagino cuando Olga llegó a su casa y su familia la vio caminar sin dificultad, casi derecha (Olga no se le quitó la torcedura en su totalidad, pero se fue como un 80% más derecha). Ya no necesitaba que le ayudaran a poner los zapatos, ya no necesitaba ayuda para no perder el equilibrio. Se podía mover con libertad. ¡Gracias Jesús!
¿Qué es lo que más te impacta de este testimonio? ¿Alguna vez haz dado alguna orden de fe en el Nombre de Jesús? ¿Por qué sí o por qué no? Escribe tu comentario más abajo.