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Conferencias de Sanación 2020

Conferencias de Sanación 2020

Ya hace varios años que hemos estado organizando CONFERENCIAS DE SANACIÓN, al inicio creìamos siempre serían en el mismo país. Pero luego nos dimos cuenta que esto sería en movimiento. Iremos a donde esté soplando el Espíritu Santo. Este año tenemos dos Conferencias, siempre bajo la Irrefrenable Misericordia de Dios. Así que prepara tu agenda y si quieres participar aquí te pongo toda la información para asistir a alguna de ellas. (Nota: En cada una de estas entregas tenemos temas y talleres distintos, esto quiere decir que si asististe a una de las anteriores conferencias no quiere decir que al asistir de nuevo no encontrarás temas y talleres nuevos).

1) Conferencia de Sananción Irrefrenable Misericordia en México: 
Nuestra primera conferencia este año será en Coatzacoalcos, México. Lo celebraremos en la Casa de la Iglesia San Rafael, localizada a menos de 15 minutos del aeropuerto más cercano. Fecha: Esta Conferencia será celebrada del 21 al 24 de mayo del 2020. En esta Conferencia nos van a acompañar Neal Lozano y su hijo. Neal Lozano (de los Estado Unidos) tienen mucha experiencia en Sanación Interior y en el ministerio de Liberación. Además de Neal estaremos el P. Donaldo Blanco (Exorcista oficial de esta diòcesis), el P. Miguel A. Ramos, Melchor Maldonado, Sergio Soto y yo. Tendremos prédicas, talleres y momentos de oración. Si quieres más información entra en facebook a El Padrecito Renovado RCCES Diócesis de Coatzacoalcos También puedes tener más info vía wassap en los siguientes números: 921 121 68 44, 921 276 29 26, 921 112 94 86 y 921 132 48 82. Te puedes inscribir ya a través de el Padrecito Renovado o en estos números anteriores o si perteneces a la Renovación Carismática de México a través de tu coordinador diócesano.

2) Conferencia de Sananción Irrefrenable Misericordia en Costa Rica:
Nuestra segunda conferencia será en Centro América, específicamente en Costa Rica en Casa Siloé a una hora de distancia   del aeropuerto de San José. Este año nos unimos al Proyecto Timoteo, cuyo objetivo es formar predicadores. Serán dos acontecimientos en una mismo lugar. Fecha: Del 23 al 30 de agosto 2020. En esta Conferencia nos va a acompañar Mary Healy (Teóloga y Doctora en Sagradas Escrituras) tiene mucha experiencia en carismas y en el ministerio de Sanación. Además de Mary estaremos el P. Miguel A. Ramos, Melchor Maldonado, Sergio Soto y yo. Tendremos prédicas, talleres y momentos de oración. Esto sin todavía agregar los conferencistas de Proyecto Timoteo. Para informarte y/o inscribirte puedes ir a el facebook de Proyecto Timoteo también puedes inscribirte vía internet llenando este formulario. Cualquier pregunta escribe a ptimoteointernacional@gmail.com.

Espero nos podamos ver en una de estas dos conferencias y que seas parte de este mover sanador de Dios en distintas partes del mundo. Lo que recibes en ellas podrás ser portador a tu comunidad y país. Hemos notado un incremento de Poder de Dios cuando nos reunimos de distintas partes con un objetivo común de obedecer a Jesús en la extensión de Su Reino. Comparte este artículo informativo con quien quieras. 
Bendiciones.

Viajando con mi obispo

Viajando con mi obispo

Este fin de semana pasado estuve en la ciudad de Nueva York en el 1er Congreso Carismático Católico Hispano de esta gran ciudad (y andaba con mi obispo). Fue un fin de semana poderoso entre prédicas, talleres, risas, momentos de oración, lágrimas, sanación, liberación, etc…

Es una real bendición tener un obispo con corazón de pastor. En un momento dijo: “Mi carisma es confirmar la fe que tienes y lo que haces”. Al decirlo me vino una lluvia de recuerdos de conversaciones que hemos tenido y como me ha corregido, consolado y animado por años. Poder presentarle a amigos y amigas que tengo en NY y que ellos percibieran de primera mano a este pastor y a la vez que él pudiera conocer a personas tan maravillosas fue un honor. Y sobre todo ver al Señor actuar con Poder en medio nuestro.

“La enfermedad no es de Dios. En cierta forma detrás de cada enfermedad está el diablo”. Dijo Monseñor De La Rosa en una de sus prédicas. Definitivamente es una confirmación a mi fe y a lo que he estado predicando por años. Escuchar a mi obispo decirlo frente a cientos de personas es potente, confirmador, emocionante. En un momento alguien se nos acerca y nos pide oración y el me mira diciéndome: “Tu dirige la oración”. Mientras los dos imponíamos las manos sobre la persona. Ahí caí en la cuenta que después de años conociéndonos fue la primera vez que mi obispo y yo oramos cara a cara por alguien. Ya lo habíamos hecho desde alguna tarima y junto a otras personas pero nunca así como en este fin de semana.

Tuvimos un momento de oración por el Bautismo en el Espíritu luego de una de sus prédicas sobre lo que es la Renovación Carismática. La oración la dirigíamos el Padre Eduardo y yo. De repente se nos acerca Monseñor y toma el micrófono para motivar a los presentes que no habían recibido el carisma de orar en lenguas a que se atrevieran a pedirlo en ese momento, diciéndonos que este es uno de los tantos signos que indican que una persona ha sido bautizada por el Espíritu. Pero verlo a él hacerlo y animarnos a orar en lenguas fue una bendición.

Todos los días hacíamos desde la tarima oración de sanación. Una de sus más grandes preocupaciones o más bien ocupaciones es que ante tanta gente con grandes necesidades puedan experimentar el Gran Poder de Amor que tiene Jesús para sanar al que sufre. En uno de estos momentos de oración habíamos 5 personas dirigiendo la oración y el detrás animándonos. Entre ellos el Padre Joseph Espaillat (Director Hispano de la Renovación Carismática en NYC).

Nos hicieron la cortesía de hospedarnos en un hotel, todas las mañanas Monseñor y yo nos juntábamos en el pequeño restaurante del hotel para desayunar. Uno de esos días una de las personas que nos servía el desayuno me pregunta frente a él: “¿Es tu papá?” Yo lo miro, me sonrio y le digo: “Es como si lo fuera. Es mi obispo”. Inmediatamente dijo: “¡Bendígame por favor!” Y allí en medio de todos oró por ella. En fin, estoy como niño después de volver de viaje con una de las personas más importantes en su vida. Una bendición para mi el haber estado con él.

Si quieres deja tu comentario y compártelo con quien consideres.

Orar por otros no es un carisma

Orar por otros no es un carisma

Cada vez más me convenzo de que las creencias que algunas personas guardan en su mente y/o espiritualidad son la razón principal para estar estancados en sus procesos de crecimiento de discipulado.

Hace poco tiempo una persona me preguntaba: ¿Puedo orar por los demás aunque no tenga el carisma de sanación? ¿Puedo orar por otros si no soy parte del equipo o ministerio que se dedica a visitar enfermos? Mi respuesta es un rotundo sí. Sí puedes y debes de orar por otros aunque no tengas un carisma especial de sanación. Sí puedes orar por otros y principalmente por tus familiares y amigos aunque no pertenezcas a un equipo de superdotados o superformados en el ministerio superespecialoide de orar por enfermos.

la voluntad de Jesús con sus discípulos nunca fue la de crear un ‘club exclusivo’ de personas que oran por los que sufren. Vemos como en los Evangelios Jesús es el modelo de ser humano que ora por los que sufren y luego, autoriza, empodera, envía a sus discípulos a hacer lo mismo.

Tu tienes el permiso de Dios de orar por los demás.

Podría poner aquí todo un listado de citas bíblicas en las cuales podemos notar como Jesús enviaba a sus discípulos a sanar y a liberar en Su Nombre. Si estudiamos historia de la Iglesia veremos como esto se obedeció al pie de la letra al inicio de la Iglesia y por alguna o varias razones se fue perdiendo en el camino. Pero el hecho de que se haya perdido no es que Dios lo haya querido perder, Dios siempre quiere lo que dice Su Palabra. Dios quiere sanar y liberar, por ello nos envía a hacerlo.

Vemos como esto comenzó aún antes de Pentecostés. (Fiesta que acabamos de celebrar en la Iglesia). Día en el cual se derrama con Poder el Espíritu Santo y sus carismas. Pero los discípulos ya habían orado por enfermos y/o endemoniados antes de Pentecostés, por ello me queda claro que esto de orar por los demás no es un carisma especial donado por el Espíritu. Más bien es una pre-condición que tiene todo discípulo autorizado por Jesús y que se multiplica y crece con el bautismo en el Espíritu Santo.

Es decir, los discípulos ya habían visto sanaciones y/o liberaciones, antes de recibir carismas en el Bautismo del Espíritu Santo. Yo creo que la sanación y liberación a través de los discípulos es más fruto de la obediencia a las Palabras de Jesús que a la apertura a los carismas.

Es por ello que vemos en la Iglesia un sin número de carismáticos que creen que Dios sana, pero no creen que Dios sana a través de ellos, cuando oran por los que sufren. Y muchos a pesar de que creen en la sanación que Dios puede hacer, pero como no creen que esta sanación Dios la puede brindar a través de ellos nunca oran por los sufrientes a su al rededor más bien están esperando que venga algún ‘creyente considerado especial’ por sus carismas o formación y que sea esta persona quien ore.

Muchos creen que Dios sana, pocos creen que Dios sana a través de ellos.

Lejos está esto de lo que dijo Jesús: “Y estas señales acompañarán a los que creen: En mi nombre…impondrán las manos sobre los enfermos y estos sanarán”. (Mc 16,17-18). No dice que esto será de algunos especiales carismáticos, no dice que será de algunos super-formados, no dice que esto acompañará a algunos exclusivos.

¡Atrévete y verás que Jesús cumple lo que promete!

Testigos Pentecostalistas

Testigos Pentecostalistas

Recién celebramos la fiesta de Pentecostés. Para algunos es meramente una fiesta más entre las tantas dentro de la liturgia. Pero para otros, incluyéndome, es una fiesta sumamente importante. ¿Es Pentecostés importante para ti?

Soy de los que creo que todo creyente, dentro o fuera de la fiesta de Pentecostés debe experimentar un ‘pentecostés personal’. Debe vivir ‘un bautismo en el Espíritu Santo’. Esto no es invento de ningún movimiento de la Iglesia, el Bautismo en el Espíritu es invención de Dios. Jesús fue quien dijo: “…ustedes serán bautizados con el Espíritu Santo”. (Hch 1,5)

El bautismo en el Espíritu o con el Espíritu Santo no es un sacramento. El sacramento del Bautismo se sirve del elemento del agua en el cuál somos sumergidos como iniciación a la vida cristiana. PERO en el bautismo en el Espíritu Santo somos sumergidos o envueltos por el Espíritu Santo, para que seamos testigos poderosos en Dios.

El sacramento del Bautismo nos inicia en la fe, la experiencia del bautismo en el Espíritu nos inicia en el compartir la fe con Poder.

Jesús dijo: “…cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes, recibirán poder y serán mis testigos…” (Hch 1,8). Otras traducciones dicen: “Saldrán a dar testimonio de mí”.

El Espíritu Santo nos convierte en lo que yo llamo Testigos Pentecostalistas.

¿Qué es un testigo? Es aquel o aquella que puede decir: “Yo ví esto”. Ó “Yo escuché o viví esto”. Un testigo es alguien que ha estado donde sucedieron las cosas que se relatan.

¿Qué es un pentecostalista? Es una persona que ha gozado la mismísima experiencia que tuvieron los primeros discípulos de Jesús en el día de Pentecostés.

Una persona, en mi opinión, puede ser pentecostalista, aunque no pertenezca a la iglesia pentecostal. Pueden y hay, pentecostalistas católicos, bautistas, metodistas, episcopales, luteranos, etc…En fin, la experiencia de Pentecostés, que no es lo mismo que la fiesta de Pentecostés convierte a las personas en testigos pentecostalistas, llenos del Poder del Espíritu Santo, de manera que sean testigos ardientes del fuego transformador y sanador de Dios.

No es lo mismo saber de Pentecostés que experimentar “un” Pentecostés.

Hoy más que nunca los creyentes, enfrentando tantos sin sabores del siglo XXI necesitamos más de la Presencia y la guía del Espíritu Santo. Si le desplazamos y no le dejamos movernos en Su Poder. Nadie vendrá al Señor Jesús. Su Presencia es atractiva y necesaria. El Bautismo en el Espíritu Santo es el remedio de Dios para la frialdad de hoy. Frialdad no sólo en el mundo, sino muchas veces en la Iglesia. Dice el Papa Francisco: “Prefiero una Iglesia herida por salir a la calle a servir que una Iglesia enferma por estar encerrada en si misma”.

Recordemos que la Iglesia está conformada por nosotros y si nos quedamos encerrados en nuestros problemas, excusas, falta de conocimiento o desánimo caeremos enfermos de encerramiento. Todo lo contario a Pentecostés, que terminó con las puertas abiertas y los discípulos en la calle testificando de Jesús.

Si aún no estás bautizado en el Espíritu Santo ¿Qué esperas? Pídele a Jesús que te bautice en Su Espíritu. Si ya lo estás, también ¿Qué esperas? Sal a ser Su testigo con Poder. El Poder de Dios se nota en sanaciones, liberaciones, conversiones, etc…

¿Qué opinas? Tus comentarios son bienvenidos.

Pasos para recibir el Poder del Cielo

Pasos para recibir el Poder del Cielo

¿Sabías que el miedo y el Espíritu Santo son archi-enemigos?

“Y yo enviaré sobre ustedes lo que mi Padre prometió (El Espíritu Santo). Pero ustedes quédense aquí (en Jerusalem) hasta que reciban el Poder que viene del Cielo.”  (Lc 24,49)

El Espíritu Santo es una persona poderosa y Su Presencia en nosotros nos empodera. Es decir nos da Poder en Su Nombre. El miedo logra todo lo contrario, nos hace sentir sin fuerzas.

El miedo nos convierte en analistas con ‘lentes oscuros’ y hace que veamos todo ‘ensombrecido’.

“Donde hay amor no hay miedo, al contrario el amor perfecto echa fuera al miedo…” (1 Jn 4,18). PERO… En mi opinión, Jesús dijo algo superior a Juan, pues para echar al miedo ya se supone que ha entrado. Jesús le dijo a los discípulos ‘cómo no dejar entrar al miedo’.

Les dijo que no se apartaran de Jerusalem hasta que recibieran el Poder del Cielo. Para Jesús el Espíritu Santo es Poder. No cualquier Poder. Es el Poder del Cielo. Les dijo algo como: “No se muevan hasta recibir el Poder del Cielo, en la Persona del Espíritu Santo”.

Jesús en otras palabras les está diciendo a los discípulos de aquel entonces y a los discípulos de ahora: “Si huyen de Jerusalem, el miedo va a entrar en sus vidas. Quédense ahí, enfrenten sus problemas y confíen en mis palabras. Yo les enviaré quien les defienda. PERO…este Defensor actuará en y a través de ustedes. ¡Espérenlo y no huyan! ¡Espérenlo y oren! ¡Espérenlo y abránse a Él! Cuando Él venga recibirán Poder y saldrán a sanar, a liberar en mi Nombre. Así serán mis testigos”.

Sólo quien se cierra al miedo, se abre al Espíritu Santo.

De esta forma los primeros discípulos se abrieron al Espíritu Santo y recibieron ‘su’ Pentecostés.

Daré a continuación algunos pasos que, para mi están como escondidos en este pasaje bíblico (si los sigues recibirás un nuevo pentecostés):

1. No huyas a nada.

En aquel momento lo más lógico para ellos era huir de Jerusalem. PERO…huir es una sugerencia del espíritu de miedo. Jesús sugiere quedarse. ¡Quédate! ¡Enfrenta tus miedos!

2. Obedece aunque no entiendas.

Ellos obedecieron las palabras de Dios aunque no las entendían. La fe no es lógica. Creerle es obedecerle y obedecerle es creerle. ¿Quieres más de Dios? ¡Pues obedécele más!

3. Ora y espera la intervención del Espíritu Santo.

“Fe es la certeza de lo que se espera” (Heb 11,1). Ora esperando. Ora imaginando. Ora viendo a Dios en el Jerusalem del que querías huir. Míralo transformando ‘tu’ Jerusalem con Su Presencia Poderosa.

4. Muévete o Quítate.

Pentecostés comenzó en una habitación y terminó en la calle. Antes del derramamiento del Espíritu Santo hay que quedarse quieto, PERO después del derramamiento hay que moverse…y quien no se mueve, mejor que se quite para que no estorbe.

La garantía de que fuiste bautizado en el Espíritu es salir a arriesgarte en Su Nombre.

Arriesgarse a orar por los enfermos.
Arriesgarse a profetizar sobre barrios, familias y ciudades.

Sin moverte, sin que las comunidades se muevan, sin ‘salidas riesgosas’ no hay Pentecostés verdadero. Para que se active algo nuevo hay que, como dice el Papa Francisco: “Tocar la carne sufriente del hermano”.

Espero que en este Pentecostés: Te quedes, ores y luego te arriésgues.

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