(1era parte)
Esta historia ocurrió hace muchos años, pero parece que fue ayer. Lanita, una ovejita inquieta pero graciosa pastaba con sus demás hermans ovejas. En realidad, no tenía nada de especial. Era pequeña en comparación con otras, su patitas no eran muy ágiles, aunque le gustaba correr. El pastor estaba dormido cuando Lanita decidió salir a curiosiar.
Las demás le decían que no se fuera y ella no escuchó. Olvidó todo lo que el pastor le había dicho y sin pensar mucho se fue. Caminó hacia la izquierda, por un camino nunca recorrido por ella y además no conocía a ninguna oveja que le haya contado de ese lugar.
De repente se comenzó a poner de noche y se dio cuenta que no conocía aquel sitio en el cual se encontraba. Ahora estaba en medio de un bosque desconocido y recordó que ella no debió haber salido sola y menos sin la compañía de su pastor.
Escuchó un ruido y se asustó. Generalmente ante los ruidos desconocidos el pastor se ponía de pie y la defendía. PERO ahora, sola en el bosque oscuro, no sabía que hacer. Ahora sufría el precio de no escuchar al pastor y a sus amigos.
Le hacía falta su papá y su mamá.
Del otro lado de la historia…el pastor comenzó a contar sus ovejas, se sabía los nombres de todas: Patitas largas, rizitos, ojos grandes, peludita, etc. y notó que le faltaba una. Lanita no estaba. Se comenzó a poner nervioso. Cerca estaban otros pastores con sus ovejas. Era una noche fría y sin signos de nada nuevo. Dejó sus ovejas con un amigo pastor y salió como un loco a buscar a Lanita. Los pastores recuerdan que sin luz sería una noche muy oscura y encienden una fogata para alumbrarse y calentarse.
De repente…una brisa cálida inicia soplar y se enciende desde el cielo una luz sin igual…los pastores miran la fogata y notan que su luz es pequeña en comparación de la que viene del cielo. Al mirar hacia arriba ven una multitud de ángeles que se organizan rápidamente al rededor de los pastores. Las ovejas también. Los ángeles omienzan a cantar. Nunca se había escuchado una canción tan preciosa, decía: Paz, Paz, Paz, ha nacido el Salvador, su mirada es fiel. Su Poder derramará y ustedes lo podrán ver.
Los pastores no sabían que quería decir aquello, siendo ellos los más pequeños. Recibían un concierto del cielo. Anunciando aquello. Un niño con fama de Rey había nacido y ellos estaban invitados a verlo.
Continuará…
Es hermosa la historia ya quiero la segunda parte de echo m quede bien emocionada por q aveces siento q soy esa oveja aveces m pierdo en las preocupaciones 🙂
Hermosa historia, cuantas veces somos esa ovejita, queremos buscar en otros lados, cuando en Jesús buen pastor, lo tenemos todo, pero al encontrarnos pérdidas entre sombras, clamamos y ahí está siempre fiel, iluminando nuestras vidas y disipando toda sombra. Alabado seas mi Señor Jesús ven a mi corazón y llénalo de Luz.!
Muy tierna esta historia, yo era una ovejita perdida y luz del Señor m iluminó con su hermosa palabra. Dios lo bendiga y guarde en este día k se recuerda su nacimiento felicidades con toda su familia
Cuando sale la segunda parte esta increible estoy me imagune a lanita en bosque frio y obscuro
Ya está la segunda parte puesta en el blog.