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Semana Santa (Resumen)

Semana Santa (Resumen)

Te pongo aquí una guía de reflexión para cada día de la semana santa. Cada día tiene su riqueza y su bendición. Espero esto te ayude.

Domingo de Ramos: El contraste.
En este día vemos como Jesús es recibido con alabanzas, es aclamado por la multitud. Está envuelto en el triunfo de años invertidos en el Ministerio que el Padre le encomendó, PERO en esta misma ciudad en pocos días será rechazado y condenado.
Para reflexionar: Nosotros al igual que Jesús sufrimos y/o sufriremos contrastes parecidos en momentos seremos ‘aceptados’ por lo que hacemos en Nombre de Dios y en otros ‘momentos’ podemos ser ‘rechazados y condenados’ por el mismo servicio que una vez nos hizo ser aceptados.

Lunes santo: Los intereses separan, el amor regala.
En casa de Lázaro, junto a Marta y María, en un ambiente de amistad íntima Jesús recibe varias cosas: una costosa ofrenda de perfume, una cena preparada con cariño y el consuelo de un puñado de amigos que le aprecian más allá de su capacidad ministerial. La casa estaba llena de ‘el perfume de la amistad’. Entre los discípulos de Jesús había uno con otra perspectiva del asunto, para Judas todo esto era un derroche, con mirada calculadora este ‘perfume’ podría usarse para otros objetivos.
Para reflexionar: Entre nuestros cercanos siempre tendremos distintas opiniones y algunas opiniones pueden clavarnos ‘en una cruz’. Unos nos darán regalos costosos y hasta el corazón, otros pondrán sus intereses por encima de nuestra vida y nos traicionarán, sin importar las consecuencias.

Martes santo: Amar al traidor.
El dolor en el corazón de ser traicionado por un amigo íntimo es la marca de este día. Este día Jesús es ‘curado’ de la traición del primer Judas. A lo largo de la historia, Jesús sigue siendo traicionado por discípulos. En este día podemos recibir de Jesús el poder para amar a quien nos traiciona, principalmente a esas personas que aún estando cerca, compartiendo el ‘mismo pan’ nos han hecho mal. Jesús no le niega el entregarle ‘pan untado’, gesto que muestra cómo Jesús perdona, acepta las limitaciones de Judas y cambia la página. Esto Judas nunca lo aceptó en profundidad, pero Jesús sí le amó aún en el dolor.
Para reflexionar: En Jesús es posible amar al que nos traiciona y en Jesús es posible entregar ‘pan untado’ para dar libertad al que nos ha dañado.

Miércoles santo: Fulano.
Mientras Judás se asocia a personas de autoridad en contra de Jesús, los demás discípulos se acercan a ‘Fulano’ quien presta lo mejor de su casa para la cena de Pascua de Jesús. Las autoridades cierran la puerta a Jesús, mientras Fulano le abre la puerta de su casa. Asociarse a autoridades en contra de alguien es una realidad que sigue sucediendo en los trabajos, comunidades y hasta familias. Gracias a Dios por los ‘Fulanos’ que abren misericordiosamente sus puertas para acoger al atacado por la combinación traidor/autoridades torcidas.
Para reflexionar: ¿Somos de aquellos que cerramos puertas a los injustamente acusados o de aquellos como ‘Fulano’ que damos de lo mejor a quien sufre injustamente? ¿Somos de aquellos que aceptamos ciegamente la torcedura de algunas autoridades o mas bien nos arriesgamos por quien sufre sin culpa debajo de algún abuso de autoritarismo?

Jueves santo: Enfocarse en lo positivo.
En medio del drama de una semana tan dolorosa, Juan 17 nos revela la oración de Jesús en medio de un momento tan duro para su corazón, vemos como el Maestro nos enseña que en medio de problemas graves, podemos dejar que el Espíritu Santo nos muestre ‘lo positivo’ y no enfocarnos en lo negativo. Ver lo que Dios está haciendo y no quedarnos en lo que no está haciendo. En otras palabras aunque Judas traicione, hay otros once que no. Aunque yo sea ‘frendado y preso’ otros continuarán. Aunque mi ‘misión’ llegó a un tope, las de otros apenas comienza.
Para reflexionar: ¿Cuando oras te enfocas en lo que Dios está haciendo y seguirá haciendo o sólo te enfocas en lo que está mal? ¡Gracias Señor porque haces más de lo que vemos!

Viernes santo: Guerra espiritual.
Este es el día en que más chocó el Poder de Dios contra las fuerzas del mal. Las fuerzas del mal que embaucaron a las autoridades de la época y que ennegrecieron el corazón de Judas. Este día Jesús pelea con la muerte, se entrega, se deja herir. Su estrategia es dejarse encubrir por la oscuridad para brillar intensamente desde lo más profundo del mal. Por física sabemos que hasta una pequeña luz intimida cualquier oscuridad, en este caso Jesús/Luz no es una pequeña luz. Su Luz elimina la muerte. Los evangelios nos muestran como este día se oscurece el cielo de la tierra mientras se ilumina la oscuridad del mundo espiritual, se rompe la cortina del Lugar Santísimo como signo de que se abre una nueva dimensión de accesibilidad en Dios y hasta resucitan muertos como señal de que ya se venció la muerte.
Para reflexionar: Para vencer el mal hay que enfrentarlo. El miedo y la apatía a no enfrentar los males nunca resuelven nada. Jesús fue enfrentando males y al final de su ministerio enfrenta el mayor mal de la humanidad. No le huye. ¿Huyes o enfrentas? Aparentemente Jesús pierde al morir, pero Su muerte nos trae la Victoria. En Jesús, por Su Sangre podemos vencer los más grandes males en la tierra.

Sábado santo: Si no sabes que hacer…espera.
Este es un día en el que después de un suceso tan doloroso y desconcertante los cristianos de todas las épocas no saben ni que hacer. Es un día en que oficialmente no hay liturgia oficial. Es un día en el que está oficialmente permitido no hacer nada, PERO para esperar. Hay silencios que matan y hay silencios que están preñados de vida. El silencio de este día está cargado del Poder de Dios. Algo nuevo y grandioso está ‘cocinándose’.
Para reflexionar: ¿No sabes que hacer? Espera en Jesús. Callar ante lo que no se entiende es bueno siempre y cuando sea con la expectativa de que Dios está trabajando, aunque no lo vea.

Domingo de Resurrección: regeneración de la carne.
La carne de Jesús se regenera, Jesús no sale del sepulcro como un zombie sin conciencia ni un fantasma sin cuerpo. Es la misma persona con un cuerpo transformado, un cuerpo con propiedades recibidas de una Realidad Mayor. Lo real está cambiando. El Reino de Dios da Su golpe triunfal, un ser humano lleno de Dios ya puede vencer hasta la muerte. Jesús es el José del Nuevo Testamento, sale de la cárcel le dan las llaves de la cércel donde estuvo. Ahora tiene la autorización para dar vida. Cada sanación es una pequeña resurrección. Sin resurrección no hay sanación. La Resurrección muestra que todo es posible, que toda sanación es posible. También muestra que la muerte no es el final, que hay mucho más Jesús sigue viviendo y en Él muchos siguen viviendo e influenciando nuestra realidad.
Para reflexionar: ¿Rechazas tu cuerpo? ¿Eres de los que consideras que el cuerpo es menos importante? Entonces ¿Por qué Jesús no resucitó sólo con Su alma?

Si quieres puedes compartir esto con quien quieras.

El poder de Dios en su cuerpo

El poder de Dios en su cuerpo

Tuve una imagen mental de que alguien con dificultad en su cadera iba a ser sanada. La imagen era de alguien caminando con problemas, pero luego caminaba bien.

Esto que te relato ocurrió en mi último viaje de evangelización. En Fort Lupton, Colorado. Esta palabra de conocimiento en forma de imagen mental es como un aviso de Dios para que notemos lo que Él esta haciendo para bendecir a los habitantes de Su Reino.

Las palabras de conocimiento son como un aviso de Dios para que notemos lo que Él esta haciendo para bendecir a los habitantes de Su Reino.

Cuando lo comuniqué a los presentes (unas 120 personas) y pregunté si alguien se identificaba con lo que veía en mi mente, se levantó una persona con una torcedura corporal muy notable. Al verla me impresioné pues nunca había visto físicamente a esta persona, pero era exactamente lo que había visto ‘en el Espíritu’.

Las palabras de conocimiento son un llamado a la fe, tanto para quien recibe esta ‘revelación’ como para quien se identifica con lo que se describe. Al ver a la persona frente nuestro nos dimos cuenta que debíamos orar por ella imponiéndole las manos. La invitamos a pasara al frente, lo cual no hacemos mucho en asambleas, pues entonces todo el mundo quiere que ‘los del frente’ le impongan las manos y en asambleas de gran número esto no siempre es posible.

Las palabras de conocimiento son un llamado a la fe.

PERO esta persona necesitaba un tiempo más prolongado de oración. Al pasar al frente le preguntamos su nombre, le preguntamos el tiempo de padecimiento de este mal y le preguntamos si tenía algún tipo de dolor, además de que nos dijera si había sentido algo de parte de Dios al escuchar la descripción en la palabra de conocimiento. Ella nos dijo que al escuchar que describíamos su condición ella sintió mucha paz, calor y que era Dios bendiciéndola. (En ocasiones estos son signos de la acción de Dios).

La sentamos en una silla y comenzamos a orar tocando, con su permiso, su espalda en el lugar que ella decía que le comenzaba la torcedura del cuerpo hasta su cadera. Ella nos contó que a la edad de tres años le dio polio y esto le causó desde entonces que su cuerpo se fuese deformando, al pasar los años ella iba empeorando y perdiendo movilidad en su cuerpo. Mientras orábamos el Señor nos iba revelando más detalles personales de su vida, lo cual ya no anunciábamos a los demás presentes pues esto era algo privado que Dios quería sanar en ella.

Hemos aprendido a dar órdenes de fe. Estas órdenes no son a dirigidas a Dios, más bien son en Nombre de Dios. Decíamos: “En el Nombre de Jesús le ordenamos a los huesos, nervios, músculos de Olga recuperar la originalidad pensada por Dios al crearla. Restáurense en el Nombre de Jesús”. Luego de unos minutos de oración los huesos de Olga comenzaron a tronar. Dios, en el poder, de Su Espíritu Santo estaba recolocando los huesos donde debían estar.

Las órdenes de fe son mandatos en el Nombre de Dios.

Ella estaba muy emocionada, con lágrimas en sus ojos, sintiendo el poder de Dios en su cuerpo. Sanándola. Le invité a ponerse de pie. Nos había dicho al inicio que no sentía dolor, pero que había movimientos que no podía hacer desde niña. Al levantarse de la silla le dije que ejercitara la fe intentando hacer algún movimiento que antes de la oración no podía hacer. (He notado que mucha gente no recibe bendiciones de Dios porque omiten este paso en fe, moverse en el Nombre de Dios) y ella comenzó a doblarse de una lado a otro. A la izquierda a la derecha. Para mi nada extraño pero cuando le pregunté “¿Cuánto tiempo tenías sin poder hacer ese movimiento?” Su respuesta nos impactó: “Tenía 51 años sin poder hacer este movimiento”. Su cara de felicidad era indescriptible.

Mucha gente no recibe sanación pues no se mueven para probar en su cuerpo lo que Dios está haciendo. Dios no sana a estatuas.

Notamos que estaba mucho menos torcida que al principio. Por ello podía hacer este movimiento sin perder el equilibrio. Le pedimos que se sentara de nuevo y seguimos imponiendo nuestras manos y dándole órdenes de fe a su cuerpo. Hemos aprendido, y aún seguimos aprendiendo, que algunas condiciones y más cuando las personas tienen muchos años padeciendo de algo, es necesario más tiempo de ministración. Sus huesos seguían tronando, ella sentía como su cuerpo iba cambiando bajo el poder de Dios. Nosotros Irwin (quien me acompañaba y yo) parecíamos niños viendo como nuestro Padre cumple lo que promete.

Luego de unos minutos más le pedimos levantarse de la silla y probar algún otro movimiento que antes no podía realizar. Ella comenzó a levantar y flexionar la rodilla en su pierna izquierda. Nuevamente estaba feliz. Le pregunto: ¿Cuánto tiempo tienes sin hacer ese movimiento?” Responde: “Tenía 14 años sin poder hacer esto, me tenían que ayudar hasta para ponerme los zapatos”. ¡Gloria a Dios!

El Reino de Dios está aquí. Actuando poderosamente en los que esperan y se abren como niñitos. Vemos como todo inició con una palabra de conocimiento que nos movió a orar más por una persona. Me imagino cuando Olga llegó a su casa y su familia la vio caminar sin dificultad, casi derecha (Olga no se le quitó la torcedura en su totalidad, pero se fue como un 80% más derecha). Ya no necesitaba que le ayudaran a poner los zapatos, ya no necesitaba ayuda para no perder el equilibrio. Se podía mover con libertad. ¡Gracias Jesús!

¿Qué es lo que más te impacta de este testimonio? ¿Alguna vez haz dado alguna orden de fe en el Nombre de Jesús? ¿Por qué sí o por qué no? Escribe tu comentario más abajo.

NOTA: Si quieres comparte este testimonio.

Querer hace la diferencia

Querer hace la diferencia

¿Te haz dado cuenta que el querer activa la fe? Cuando una persona no quiere recibir de Dios no podemos obligarla. Dios tiene una hora de salvación para cada persona.

Hace aproximadamente 3 años mientras estaba en un retiro para una comunidad de Denver, Colorado una madre nos trajo a su hijo para que habláramos y oráramos con él…PERO el no quería. (Esto es típico de algunas madres, quieren que ‘el predicador’ haga algo como ‘por arte de magia’ pero la fe no funciona así.)

Jesús nunca sanó a nadie que no quiso ser sanado. De querer ser sanado o querer ser tocado por Jesús, a ser tocado por Jesús sólo hay un paso en fe de acercarse a Jesús con corazón abierto.

En este mes estuve de nuevo en Colorado (si no lo haz leído y quieres, puedes leer el testimonio de lo que ocurrió en el avión, clickeando aquí.) En esta ocasión se nos acercó la misma señora de hace unos años con su hijo pero la diferencia es que en esta ocasión, el sí quería hablar y que orásemos por él.

Fuimos a un lugar privado y nos sentamos a hablar con el muchacho. “¿Por qué quieres que oremos por ti? ¿En qué podemos ayudarte?” El responde: “No sé que hacer con mi vida”. Nos dice unas cuantas cosas más pero en definitiva se sentía vacío, sin propósito y con un futuro bien nublado. También nos dijo que sufría de gastritis y que en esa misma semana tuvieron que llevarlo al hospital por un gran dolor en el estómago. Le preguntamos que cuanto le dolía en ese momento y nos dijo que en una escala del uno al diez, le dolía como un cinco.

Irwin, mi amigo que me acompañaba y yo, pusimos nuestras manos en su hombro y comenzamos a orar. Inmediatamente tuve una visión de ojos abiertos: Le vi dibujando. Esta es una persona que no conocía. No sé más que lo que me cuenta en la breve entrevista antes de orar por él. Le pregunto: “¿Te gusta dibujar?” El se sonríe, abre sus ojos sorprendido y me dice: “Me gusta mucho dibujar”. Entonces siento que Dios me dice: “Su propósito en la vida es dibujar. Yo lo hice para dibujar. El se alegra al dibujar pues yo también”. Le dije lo que sentía de parte de Dios y que sentía que cuando el dibuja, Dios se pone a su lado y le bendice, por ello siente tanta satisfacción al hacerlo.

En este momento no podía parar de reír. La alegría que sentía de que Dios no sólo estuviera de acuerdo con su más grande pasión, sino el descubrir que estaba hecho para eso, le llenaba la boca de risa. También sentí y le dije que en un futuro no muy lejano sus ingresos económicos vendrían de sus dibujos y que no necesariamente estos dibujos tenían que ser sobre Jesús.

Irwin le pregunta: “¿Haz dejado de dibujar?” Otra vez se sorprende y dice: “Sí, lo dejé”. Irwin le pregunta: “¿Y por qué?”. El dice: “Es que yo encontré muchos obstáculos y me desanimé”. Irwin le dice: “Ahora con Dios de tu lado, aunque vengan problemas nada te detendrá”. Aquí me vino la imagen de el muchacho jugando video-juego en su casa y le pregunto que si esto significa algo para él.

En muchas ocasiones el enemigo quiere apartarnos del propósito que Dios nos puso en el corazón al crearnos, con esto logra que andemos tristes y sin sentido de vida abundante (si quieres lee Jn 10,10 Jesús nos habla sobre esto).

Me dice que es un juego muy raro que el jugaba pero que ya lo había dejado. Le decimos que el enemigo lo quiere distraído e infeliz, si se refugia en este juego se aleja de su propósito y se llena de infelicidad. El asiente, se da cuenta que está más feliz cuando dibuja.

En este momento le preguntamos cómo está el dolor de su estómago. Y él dice que le había disminuido de cinco a dos. Entonces oramos de nuevo por su estomago, le ordenamos a la gastritis irse en el Nombre de Jesús. Al instante el dolor se va. Ahora sólo tiene que chequear con el doctor a ver si la gastritis se fue junto con el dolor.

Me sorprendió este tiempo de oración con este muchacho. Lo que hizo la diferencia fue que: el estaba totalmente abierto para que Dios actuara en su vida. Lo he dicho otras veces en la Iglesia he encontrado creyentes sin fe y fuera de ella he encontrado no creyentes con mucha fe. Este muchacho es ejemplo de eso. No es de las personas que va a grupos de oración y acompañaba a su madre a regañadientes, hasta esta vez. Fue abierto, con la apertura de la fe y Dios actuó y le bendijo.

Algunas preguntas para reflexionar (por favor deja tu respuesta más abajo en comentarios):

  • ¿Conoces creyentes ateos?
  •  ¿Haz experimentado que en momentos de dificultad algunas personas fuera de la Iglesia están más abiertas a recibir de Dios ?
  • ¿Qué crees se puede hacer ante alguien que sabe mucho de Dios pero se cierra a recibir de Él?
  •  ¿Haz leído cuando Jesús dice que ‘las prostitutas y publicanos’ entrarán primero al Reino de Dios?

Si quieres compartir este artículo con algún amigo o familiar tienes toda la libertad de hacerlo.

Dios sana en los aviones

Dios sana en los aviones

¿Sabías que Dios también sana en los aviones? Te cuento. La semana pasada estuve viajando hacia los Estados Unidos. Andaba junto a mi amigo Irwin Féliz. Teníamos que hacer varias escalas hasta nuestro destino final. En nuestro primer vuelo a mi me tocó sentarme en el asiento del pasillo, a Irwin en el centro, y en la ventana una señora que jamás habíamos conocido. PERO Dios sí la conoce y nos sentó en la misma fila de asientos con un plan de Amor.

Irwin y yo estábamos hablando de todo un poco. De nuestras esposas, nuestros hijos, etc…la señora miraba por la ventana. DE REPENTE me viene la idea firme de que debíamos orar por ella. Se lo comento a Irwin y sin pensarlo mucho. (A veces pensar mucho las cosas nos detiene la obediencia a los deseos del Espíritu Santo). Le pregunto a la Señora su nombre. Nos dice que se llama Clara. Yo le digo que somos misioneros y sentimos que debemos orar por ella. Irwin le pregunta ¿Por qué quiere que oremos?

Ella dice: “Yo tengo un problema en la cervical, tengo que operarme, pero los médicos no se deciden porque la vértebra está apretando unos nervios”. Irwin que está justo a su lado le dice: “Podemos quedarnos con los ojos abiertos y tranquilos nadie tiene por qué darse cuenta que estamos orando”. (Esto lo decimos siempre que estamos en sitios donde comúnmente no se ora, centros comerciales, estacionamientos, aviones. Lo aclaramos para que la gente no se asuste). Ella accede y comenzamos a orar, sin tocarla siquiera. “Gracias Señor por Clara. Gracias por que tu Reino está aquí”. Mientras estábamos orando, el Señor me hace sentir una palabra de conocimiento “ella vive en Italia”. Interrumpo y le pregunto “¿Usted vive en República Dominicana o vive en Italia?” (El avión en que estábamos salía de Santo Domingo hacia Miami, donde era nuestra primera escala…no había ningún indicio de que ella iba a Italia, además de que Clara es una señora muy dominicana en su forma de hablar, de vestir, de gesticular). Ella abre sus ojos sorprendida y con cara de ‘cómo-usted-sabe’ dice “vivo en Italia”.

De repente sucede lo que llamamos ‘el efecto Kleenex’, luego de una palabra de conocimiento vienen otras más a complementar la primera. Así como las cajas de Kleenex que sacas uno y detrás viene el otro. “Veo una imagen de que ella tiene problemas con uno de sus hijo”…pero hemos aprendido a no ‘escupirle profecías en la cara a la gente’. Le pregunto “¿Usted tiene hijos?” Ella responde: “Tengo 5 hijos”. Seguimos orando “Señor…bendice a Clara a su familia, a sus hijos”.

Irwin le dice al oído algo que el Señor le estaba revelando sobre el problema con su hijo y ella primero se sonrie, luego, ya no aguantando más las lágrimas se echa a llorar. Dios está tocando fibras profundas de su corazón, le está mostrando Su misericordia y cuán pendiente está de sus problemas.

Irwin da un paso más atrevido y ahora es el momento para pedirle permiso para tocar su espalda y ser canales de sanación para su problema cervical. Irwin le pregunta y ella accede. Antes de continuar orando Irwin le hace otra pregunta: “¿En este momento tiene dolor?”. Ella responde que no, pero que en ocasiones le duele tanto que no puede ni mover el cuello. Yo me quedo en mi asiento. Ella se echa un poco hacia adelante, Irwin le toca la espalda y yo digo: “En el Nombre del Señor Jesús le ordenamos a la vértebra cervical moverse y a los nervios restaurarse”. Irwin le pregunta: “¿Siente algo?” y ella dice que cuando dí la orden de fe a su cuerpo sintió como un jalón dentro de su vértebra. Le explicamos que esto podía ser un signo de la sanación que Dios estaba haciendo, pero que ella tenía que confirmarlo con el médico. Ella dice: “Dios sabe cuanto necesito ser sanada de este problema”.

En ese momento Dios pone estas palabras en mi corazón para ella: “Clara, el perdón de Dios es muy amplio y real. Dios te ama y sabes que Él nunca te ha abandonado, en momentos haz sentido como te ha salvado de cosas graves, te ha sacado de debajo del camión y a pesar de las vueltas que haz dado en la vida Él sabe que en el fondo de tu corazón siempre haz querido serle fiel. Ahora notarás cuán cerca está de ti. En estas semanas notarás la poderosa mano de Dios, Su bendición y Su Amor”. Los tres para este momento teníamos los ojos llenos de lágrimas y el corazón hinchado por el Amor de Dios inundando el avión. En ese momento los tres hicimos silencio. Un silencio para ‘chupar’ la Presencia de Dios allí. Clara nos dio las gracias. Se puso unos lentes oscuros, no podíamos evitar el ver que de vez en cuando se limpiaba las lágrimas, ella en silencio seguía recibiendo de Dios.

Le doy gracias al Señor por la oportunidad que nos dio a Irwin y a mi de comprobar que el Reino de Dios también está en los aviones. De que su Poder no tiene límites. Gracias a Dios que Él conoce todo de nosotros y aún así nos ama. Nada le detiene. No hay límites para Su Amor y además el quiere sanar hasta en los aviones. Es más el quiere sanar en nuestros lugares de trabajo, lugares de estudio, familias. Hay que estar atentos a los deseos del Espíritu Santo para no perder oportunidades como esta y ver al Reino de Dios actuando.

Algunos pensarán al leer esto: “Cuanto me gustaría sentarme en un avión al lado de personas que escuchen a Dios para que oren por mí y me bendigan en Su Nombre”…PERO también podrías verlo desde otra perspectiva, la perspectiva de Dios que te dice: “Te voy a sentar allí para que seas una bendición para el que esté cerca tuyo…ve en mi Nombre”.

¡Ánimo! Dios te ha puesto allí para que lo representes…en ese trabajo, en esa familia, en esa escuela, en esa vida que tienes…Ve en Su Nombre.

¿Alguna vez haz sentido acercarte a orar por alguien en un lugar público fuera del contexto de la Iglesia? ¿Qué haz hecho? Deja tus comentarios más abajo y si quieres comparte este testimonio con tus familiares y/o amigos.