¿Sabias que eres un rey o una reina? Ser rey y no tener un reino es como ser vaquero y no tener caballo.
O es como ser un jugador de futbol que siempre se la pasa en la banca, nunca juega. Sólo mira y opina sobre los demás jugadores.
También un rey que no enfrenta sus batallas al final pierde la guerra. Una guerra tiene varias batallas dentro, la suma de las conquistas de distintas batallas resultan en la victoria final.
En el Antiguo Testamento encontramos la historia del rey Saúl. Se nos cuenta como fue ungido para ser rey, salió de su casa a buscar unos burros que se habían perdido y encontró un reino que nunca había buscado. Dios lo eligió entre burros. Fue el primer rey de Israel, ganó varias batallas pero en el camino de su reinado perdió la escucha al Señor y perdió la unción que Dios le dio inicialmente. ¿Alguna vez haz sentido que perdiste la unción o bandición que en un momento Dios te dio? ¿Qué haz hecho al respecto? (Escribe tu comentario más abajo).
En el Nuevo Testamento se nos habla de los reyes de oriente que guiados por una estrella se acercaron a un Rey Superior para rendirle sus reinos. Estos aparentemente andaban buscando ‘un nivel superior de reinado’ es como si ya estaban aburridos de reinar en sus reinos, dejaron sus reinos y salieron a la búsqueda de un reino superior, buscaban el Reino de Dios.
Lo curioso es que ellos salieron buscando pero en realidad eran los buscados. Dios fue quien envió la estrella para buscarlos. Para sacarlos de ‘su comodidad’ para sacarlos de su reinito y hacerlos verdaderos profetas, sacerdotes y reyes.
¿Es tu vida cristiana aburrida o monótona? ¿Necesitas un nuevo reto de fe? (deja tu comentario más abajo)
Jesús es el buscador de reyes perdidos, buscador de reyes sin reino, es El el buscador de los reyes que se han aburrido en sus zonas de comodidad. Todos nosotros por el bautismo estamos llamados a reinar con Él. Pero para entrar a este Reino de Dios debemos dejarnos encontrar por Él. Dejarse encontrar quiere decir dejar ‘los burros’. En ocasiones tenemos la mirada puesta en ‘burros’ mientras Él nos ofrece Su Reino.
Reinar con Él en el Reino de Dios significa colaborar. Co-laborar es laborar con Él. No es laborar sin Él, sino todo lo contrario. Cuando laboramos con Él o en Él se nota Su unción, Su Poder. La Presencia del Rey es notable a través de los que reinan bajo Su Reino. ¿Cuándo fue la última vez que oraste en Su Nombre por un enfermo? Eso es colaborar con Él.
Al rededor nuestro hay muchas batallas, muchas conquistas pero si no dejamos que ‘la estrella’ nos guíe hacia Él seguiremos aburridos. Muchos reyes bautizados jamás usan sus espadas, el miedo y no la fe les domina, prefieren seguir cómodos en su aburrimiento que arriesgarse a salir de allí.
La palabra reino significa dominio, Dios quiere que Su dominio cubra nuestros pequeños ‘dominios’. Es decir Su Reino en nuestros reinos, en nuestra casa, trabajo, relaciones, estudios, sueños, etc…sin esto estamos perdidos, sin estrella, sin reino, sin Rey.
Señor llámanos a salir de dónde he estado. Llámame a ti. Encuentrame donde estoy y llévame a donde estás. Ayúdame a usar la espada de tu Palabra. No la quiero dejar guardada quiero reinar contigo y ver el fruto de tu Amor a través mío. Amén.
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cuando he sentido que pierdo el camino, doy gracias a Dios porque Él siempre me ayuda a retomarlo de nuevo y sobre todo busco el acercarme a mi comunidad y hermanos en fé para que me ayuden.
gracias por sus reflexiones tuve el gusto de conocerlo el año pasado en Aguascalientes en retiro de animadores me vine con la gloria de Dios llena del Espiritu Santo y con muchas ganas de compartir con mis hermanos los regalos que Dios nos da saludos y feliz año
Hola Miguel Horacio, durante todo el 2014 fui reinando poco a poco y comodamente mi reinito y cuando me percate ya estaba peor que Saul (haciendo todo por mi propia cuenta), si necesito de la Gracia de Dios y lo he orado sin embargo hay algo que me detiene, que hace que lo que Dios me da se cuele, me siento cansada lo que me merma las ganas de continuar, me detengo por momento y me obligo a seguir lo único que me mantiene es saber que Dios es fiel y misericordioso y que él sabe mis propias batallas… se que tengo que moverme siguiendo su luz, escuchando su Palabra, alimentándome de él y sobre todo teniendo paciencia conmigo, con los que están a mi alrededor y con Dios pues así son los tiempos de desierto antes de la prueba; muy a menudo recuerdo la historia de David y el amor inmenso de Dios por el…y no queda mas que Seguir avanzando confiando en Dios.