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El profeta Jeremías vivió en una época difícil, pero su esperanza estaba puesta en las Palabras que venían de Dios. El Señor le hablaba a este joven a través de sentimientos en el corazón y de visiones o imágenes mentales.

A continuación te comparto tres ideas para prepararte para el futuro que Dios a guardado como un tesoro para ti.

1. Creer lo mejor para el futuro.

“Yo sé los planes que tengo para ustedes, planes para su bienestar y no para su mal, a fin de darles un futuro lleno de esperanza. Yo el Señor lo afirmo.” (Jer 29,11). Creer, imaginar, ver ‘desde lejos’ lo que Dios afirma es el principio básico para tener lo que Dios quiere para nosotros. Cuando desconfiamos de lo que Dios dice estamos con el GPS apagado. Sin fe jamás encontraremos lo que Dios nos guarda. Dile a Dios que te dé una visión de tu futuro y comprométete con lo que ves.

2. Hablar bien de tu futuro.

“No digas que eres muy joven. Tu irás donde yo te mande, y dirás lo que yo te ordene. No tengas miedo, pues yo estaré contigo para protegerte. Yo, el Señor, doy mi palabra”. (Jer 1,7) No tener miedo es un mandamiento. Desobedecerlo es peligroso. Dios nos dice a todos, en la persona de Jeremías que no debemos enfocarnos en lo que carecemos, sino en lo que sí tenemos. Dios está con nosotros. Está cerca para protegernos. Tenemos la Presencia de Dios, lo que no tenemos no importa. Esto es bueno no sólo pensarlo, sino decirlo con nuestros labios. Decir sus Palabras tiene un efecto transformador en nosotros y en el ambiente que vivimos.

3. Comprometerte con tu futuro.

En la Palabra de Dios el concepto de sembrar es una constante bíblica. Todo sembrador confía que lo que siembra dará fruto. Un sembrador sin fe, nunca sembraría. Se quedaría sentado en su casa, lamentándose y ‘cocinando’ miedos, justificando el por qué no sale a sembrar. Te repito: pídele a Dios ‘Visión de futuro’, háblalo con tus amigos(as) y ponte en eso. Siembra. ¿Qué vas a sembrar? Acciones. Pasos en fe. Actos de fe. Después de una visión viene la acción. Da pasos hacia lo que ves de Dios para ti. Siembra y cosecharás. No importa cuán pequeños aparenten ser tus pasos. Da el paso y déjale el desenlace a Dios.

Mi deseo es que ‘veas en Su Presencia’ lo que Dios guarda para ti. Dios no esconde Su Plan y Propósito de ti, lo esconde para ti. Lo esconde pues es algo privado, único, tuyo. Búscalo y lo encontrarás. Pídelo y lo recibirás. Tócalo con las manos de tu fe. ¿Cuál de los 3 puntos anteriores es el que más necesitas aplicar en tu vida? ¿Sabías que Dios tiene un propósito maravilloso con tu vida? Deja tu comentario.