fbpx

¿Te haz dado cuenta que el querer activa la fe? Cuando una persona no quiere recibir de Dios no podemos obligarla. Dios tiene una hora de salvación para cada persona.

Hace aproximadamente 3 años mientras estaba en un retiro para una comunidad de Denver, Colorado una madre nos trajo a su hijo para que habláramos y oráramos con él…PERO el no quería. (Esto es típico de algunas madres, quieren que ‘el predicador’ haga algo como ‘por arte de magia’ pero la fe no funciona así.)

Jesús nunca sanó a nadie que no quiso ser sanado. De querer ser sanado o querer ser tocado por Jesús, a ser tocado por Jesús sólo hay un paso en fe de acercarse a Jesús con corazón abierto.

En este mes estuve de nuevo en Colorado (si no lo haz leído y quieres, puedes leer el testimonio de lo que ocurrió en el avión, clickeando aquí.) En esta ocasión se nos acercó la misma señora de hace unos años con su hijo pero la diferencia es que en esta ocasión, el sí quería hablar y que orásemos por él.

Fuimos a un lugar privado y nos sentamos a hablar con el muchacho. “¿Por qué quieres que oremos por ti? ¿En qué podemos ayudarte?” El responde: “No sé que hacer con mi vida”. Nos dice unas cuantas cosas más pero en definitiva se sentía vacío, sin propósito y con un futuro bien nublado. También nos dijo que sufría de gastritis y que en esa misma semana tuvieron que llevarlo al hospital por un gran dolor en el estómago. Le preguntamos que cuanto le dolía en ese momento y nos dijo que en una escala del uno al diez, le dolía como un cinco.

Irwin, mi amigo que me acompañaba y yo, pusimos nuestras manos en su hombro y comenzamos a orar. Inmediatamente tuve una visión de ojos abiertos: Le vi dibujando. Esta es una persona que no conocía. No sé más que lo que me cuenta en la breve entrevista antes de orar por él. Le pregunto: “¿Te gusta dibujar?” El se sonríe, abre sus ojos sorprendido y me dice: “Me gusta mucho dibujar”. Entonces siento que Dios me dice: “Su propósito en la vida es dibujar. Yo lo hice para dibujar. El se alegra al dibujar pues yo también”. Le dije lo que sentía de parte de Dios y que sentía que cuando el dibuja, Dios se pone a su lado y le bendice, por ello siente tanta satisfacción al hacerlo.

En este momento no podía parar de reír. La alegría que sentía de que Dios no sólo estuviera de acuerdo con su más grande pasión, sino el descubrir que estaba hecho para eso, le llenaba la boca de risa. También sentí y le dije que en un futuro no muy lejano sus ingresos económicos vendrían de sus dibujos y que no necesariamente estos dibujos tenían que ser sobre Jesús.

Irwin le pregunta: “¿Haz dejado de dibujar?” Otra vez se sorprende y dice: “Sí, lo dejé”. Irwin le pregunta: “¿Y por qué?”. El dice: “Es que yo encontré muchos obstáculos y me desanimé”. Irwin le dice: “Ahora con Dios de tu lado, aunque vengan problemas nada te detendrá”. Aquí me vino la imagen de el muchacho jugando video-juego en su casa y le pregunto que si esto significa algo para él.

En muchas ocasiones el enemigo quiere apartarnos del propósito que Dios nos puso en el corazón al crearnos, con esto logra que andemos tristes y sin sentido de vida abundante (si quieres lee Jn 10,10 Jesús nos habla sobre esto).

Me dice que es un juego muy raro que el jugaba pero que ya lo había dejado. Le decimos que el enemigo lo quiere distraído e infeliz, si se refugia en este juego se aleja de su propósito y se llena de infelicidad. El asiente, se da cuenta que está más feliz cuando dibuja.

En este momento le preguntamos cómo está el dolor de su estómago. Y él dice que le había disminuido de cinco a dos. Entonces oramos de nuevo por su estomago, le ordenamos a la gastritis irse en el Nombre de Jesús. Al instante el dolor se va. Ahora sólo tiene que chequear con el doctor a ver si la gastritis se fue junto con el dolor.

Me sorprendió este tiempo de oración con este muchacho. Lo que hizo la diferencia fue que: el estaba totalmente abierto para que Dios actuara en su vida. Lo he dicho otras veces en la Iglesia he encontrado creyentes sin fe y fuera de ella he encontrado no creyentes con mucha fe. Este muchacho es ejemplo de eso. No es de las personas que va a grupos de oración y acompañaba a su madre a regañadientes, hasta esta vez. Fue abierto, con la apertura de la fe y Dios actuó y le bendijo.

Algunas preguntas para reflexionar (por favor deja tu respuesta más abajo en comentarios):

  • ¿Conoces creyentes ateos?
  •  ¿Haz experimentado que en momentos de dificultad algunas personas fuera de la Iglesia están más abiertas a recibir de Dios ?
  • ¿Qué crees se puede hacer ante alguien que sabe mucho de Dios pero se cierra a recibir de Él?
  •  ¿Haz leído cuando Jesús dice que ‘las prostitutas y publicanos’ entrarán primero al Reino de Dios?

Si quieres compartir este artículo con algún amigo o familiar tienes toda la libertad de hacerlo.