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La navidad está envuelta del Poder de Dios. La navidad es maravillosa pues nos habla de un Dios maravilloso. No deja de ser un tiempo de guerra espiritual. Quisiéramos que fuese todo tan bonito como las luces, los dulces, los regalos con los que hemos llenado estas fechas. Por ello volver al origen de todo nos ayuda a estar alineados con lo que realmente es.

Actualmente estamos en Nicaragua, con los abuelos de mis hijos. Mi suegro vive aquí hace años. En mis meditaciones en este vacasterio (así le llamamos en mi familia a la combinación entre vacaciones y ministerio) he sacado nuevas enseñanzas o luces. Te las comparto aquí.

1. Dios usa a un hombre y una mujer que confían en Su Presencia:

Una mujer que confía plenamente en la Palabra de Dios. Confiaba más en la Palabra de Dios que lo que conocía de la naturaleza. Cree en la posibilidad de lo naturalmente imposible. (Si quieres lee de nuevo Lc 1, 26-38) Ella realmente cree en la verdad de que para Dios no hay absolutamente nada imposible. Ella lo vio en su mente antes de sentirlo en su vientre. Jesús fue real en su corazón de carne antes que encarnarse en sus entrañas.

Un hombre que confía en sus sueños. Cuando el hombre deja de soñar la casa se convierte en una pesadilla. La casa deja de ser un hogar. José confiaba más en sus sueños que en su alrededor. Más bien dejaba que la realidad fuese rodeada o envuelta por sus sueños. José soñó con el Nombre de Jesús. José vio el Poder de Su Nombre en sus sueños. Despertó a la realidad con Su Nombre en la mente y en el corazón. El sueño es el antídoto al miedo, escuchó las palabras “No tengas miedo” y creyó en ellas. Soñó con tomar a María como esposa y no le hizo caso a las opiniones o creencias de la época. Superior a todo era el soñar con Dios.

Sólo en la intimidad con Dios una mujer puede recibir Palabras que superan su naturaleza. Así también sólo un hombre que descansa en la intimidad con Dios puede encontrar la solución a cualquier problema. José recibió instrucciones de como escapar y a dónde ir con su familia mientras descansaba. Sólo una persona que confía puede descansar y mientras descansa confiado puede recibir instrucciones del cielo para salir de en medio de problemas. José se convirtió en un hombre que siempre realiza lo que sueña.

Tu y yo podemos ser el José cuyos sueños afecten a toda nuestra familia. O puedes ser la María creyente en la Palabra que produce vida aunque no ocurra como la naturaleza nuestra lo quiera.

2. Dios confía tanto en la familia/matrimonio que se encarna en un hogar.

En Belén no tenían casa pero si eran un hogar. Se tenían el uno a al otro. En medio del amor no hace falta más. Abundancia no es tener mucho de todo lo que nos encaprichemos. Abundancia es necesitar poco. La intimidad es la cuna de lo nuevo. Todo lo nuevo nace de la intimidad.

La Navidad es la época de recuperar la intimidad. Mucho debieron hablar María y José, camino a Belén, muchas miradas de complicidad mientras estaban solos en el pesebre con el niño. La intimidad es más que las relaciones sexuales. En inglés intimidad se dice intimacy, es casi como decir in-to-me-see, lo que sería en español, entre en mi y mira. Dejarse ver. Hoy vivimos en un mundo de estructuras, pero muchas de esas estructuras están vacías. Muchas casas sin amor. Muchas empresas sin emprendedores. Muchas reuniones sin Presencia de Dios. Dios se confía a dos personas que se aman. Dios-amor confía en el amor. María contaba a su esposo lo que guardaba en su corazón, José relataba sus sueños.

Muchas personas pueden estar leyendo esto y pensar que están fuera, pues no tienen un matrimonio ideal o están solteros. Pero hay distintos niveles de intimidad, si no es en el matrimonio o en la familia busca en la Iglesia, Comunidad de comunidades. Si no quieres o sientes que no puedes buscar y más bien quieres ser encontrado o encontrada, déjate encontrar por Dios y disfruta de su amor. En el fondo la Intimidad que realmente produce vida y sueños es la Intimidad con Dios. A muchas relaciones íntimas les falta esta Intimidad mayúscula.

El Amor se hizo carne en una atmósfera de amor intimo. Un niñito necesitado de cuidado y amor salvador en su etapa de indefenso para luego crecer y defendernos del mal y salvarnos con Su Poder. El Amor cuida y es canal del Poder del Señor.

3. El Enfoque de la Navidad lo es todo.

María y José fueron rechazados por los parientes y amigos de Belén. Pero María y José mantuvieron el enfoque en Jesús y no en las heridas que recibieron. Si ellos se hubiesen quedado en el dolor causado por los habitantes de Belén. Belén y el pesebre hubiesen sido un ambiente de llanto y herida. En vez de un ambiente de paz y gozo. Lo que ellos no recibieron de Belén lo recibieron de los sabios de oriente. Vienen regalos inesperados pero sustanciosos y sanadores.

Ellos no transmitieron a Jesús el dolor de Belén. Ellos no transmitieron a la historia el dolor del rechazo. Es algo que suponemos y leemos entre líneas. Pero no es lo primordial de la historia. Lo central es Jesús. Lo mismo con nosotros. Si en navidad nos mantenemos enombligados (palabra que creo me inventé, significa estar enfocados en nuestro ombligo). Si nos mantenemos mirando mis carencias, lo que no tengo, lo que creí me darían y no me dieron, me faltó, etc…y no levantamos la mirada del ombligo y miramos a Jesús, la navidad deja de ser navidad.

La navidad, María y José, son el vivo ejemplo que que contar con el favor de Dios y ser guiados por el Espíritu Santo, no significa que todo va a ser rosadito y bonito. Como decía al inicio de este escrito esta época es una época de guerra espiritual y en la guerra quien pierde el enfoque pierde la vida. La vida en la guerra está en Jesús. No en el ombligo. Levantar la mirada es adorarle. Muchas cosas duelen por años sin curación porque no se han dejado en el altar de la adoración para que el fuego de Dios caiga y lo consuma. Las heridas de la Navidad son sanadas con los balbuceos del bebito. A los bebitos no se les entiende lo que balbucean pero si les miramos con atención entenderemos todo. Es tiempo de mirar a Jesús. Nacerá una nueva luz que ahogará toda herida oscura.

Espero tengas feliz Navidad enfocándote en Jesús. Soñando en Su Presencia y creciendo en intimidad.

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