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En esta ocasión te quiero contar un testimonio del inicio de una liberación. Cuando digo una liberación lo que quiero decir es que esta persona estaba mal influenciada por espíritus y cuando hablo de un inicio es porque cada liberación es un proceso de sanación en el cual hay que respetar y comprometerse con cada paso del proceso.

Nota importante: Le llamaremos Alicia (no es su nombre real) pues quiero preservar su privacidad, pues aún no miramos con ojos de misericordia a quien ha sido atacado por demonios, con o sin culpa de esos ataques. Espero un día en la Iglesia podamos escuchar a las personas que fueron liberadas contar sus testimonios sin que les miremos con ojos de ‘oh-oh ese es un ex-endemoniado’.

Estuve hace poco en una ciudad de México predicando en un Congreso Diocesano. Uno de los servidores se me acerca a preguntarme si podría orar por una pariente suya que está muy mal. Le pedí a la persona que me acompañaba en la predicación que estuviese conmigo en la entrevista (siempre realizamos una entrevista antes de orar por cualquier persona).

Nos presentan a Alicia. Le pedimos se siente y que nos cuente en que podemos ayudarle. Ella dice que mientras escuchaba las predicas se da cuenta de que ella a pesar de tener años yendo a la Iglesia, se dio cuenta que ella no tiene fe en Dios. Nos decía que además ella estaba haciendo un curso en la parroquia, pero que nadie le explica como tener fe. Que ella quiere que alguien le saque de su confusión y le de unos pasos concretos a seguir para adquirir fe.

Mi compañero y yo nos miramos, pues no teníamos, ni tenemos, esos pasos buscados por ella. Pero sí le dijimos que podíamos orar para que Dios le diera fe. Le preguntamos que si hay algo más por lo que podamos orar. Ella nos dice que siente que su vida no tiene sentido, que no tiene pareja y que en su familia le dicen que ella morirá sola, pues que ella es muy complicada para encontrar pareja. Que se siente incomprendida y bajo la mirada enjuiciadora de sus familiares.

Le dijimos que oraríamos por ella y que si nos permitía tocar su hombro para orar con ella. Ella accede. Inmediatamente comenzamos a orar me vino una imagen mental de: “Una niña sola en una terraza y que estaba esperando que la buscaran y la llamaran y la abrazaran pero se quedaba allí mismo dormida, sin que nadie se preocupara de ella.” Le cuento la imagen y le pregunto si esto le hace sentido. Ella cuenta que cuando niña su madre trabajaba y la dejaba sola con su hermana mayor, pero que no la cuidaban bien y que ella creció necesitando el cariño de sus mayores. Comenzó a llorar con mucho sentimiento.

Mi compañero oraba para que el Amor de Dios sanara esas heridas abiertas por la falta de amor en la niñez de Alicia. Ella se calmó un poco y de repente (esto lo he visto en varios momentos de liberación) De repente la persona como que cambia de canal y se pone agresiva. Dice: “Es que no entiendo la fe…yo quiero entender..tengo mucha confusión…de que me sirve el Amor de Dios si no entiendo nada…Dios ha permitido que me pase esto”. Esto es un choque del Amoroso Poder de Dios con la influencia del mal en la vida de Alicia. Ella sin darse cuenta estaba rechazando lo que sería el inicio para descansar, reiniciar y en fin entender. Ella estaba rechazando el Amor de Dios.

La única entidad que ve el Amor de Dios o a Dios como a su enemigo es el diablo. Entonces cuando alguien comienza a ver a Dios como a su contrario o como alguien que le quiere mal, esto indica influencia de algún espíritu malo. Cuando una persona está así, necesita liberación, pues si su voluntad sigue aceptando la mala influencia del mal, nunca aceptará la influencia del Amor de Dios que en el fondo es lo que realmente le liberará y sanará de todo.

En ese momento el Señor me presentó la imagen de un joven vestido de negro, con las uñas pintadas de negro y hasta con los bordes de los ojos pintados de negro. Le pregunto a Alicia si esta imagen la hacía sentido y ella responde que esa imagen describía a un ex-novio y agregó que era al que ella más había querido. Entonces le preguntamos ¿Por qué crees que el Señor nos presenta a ese ex-novio en este momento de oración? Ella responde que ese ex-novio la influenció mucho. Aquí vino del Señor otra revelación o palabra de conocimiento, es lo que en mi comunidad reconocemos como el efecto ‘Kleenex’ de una palabra de conocimiento luego surje otra.

Lo próximo que presentó el Señor fue ‘algo que ella se colgaba en el cuello’. No veíamos lo que era exactamente y le preguntamos que significaba eso para ella. Nos dijo que ella le había hecho un regalo a ese ex-novio, pero que al terminar la relación el se lo devolvió a ella y que ese regalo era un dije de un dragón. Ella en este momento nos contó que ese ex-novio estaba metido en cosas muy raras, además nos dijo que ella había ido a donde una persona aparentemente con ciertos ‘conocimientos esotéricos’ a que le ayudará a retener a este novio y lo que el le dijo es que pusiera ‘su alma en algo para regalárselo al novio’ y ahí fue que ella compró aquel dije en forma de dragón, se lo llevó este ‘maestro elevado’ y le puso supuestamente su alma al dragón para luego regalárselo al novio. Le pregunté si todavía ella tenía este dragón y ella nos dijo que sí y que además a ella le gustaban mucho los dragones y tenía su habitación llena de figuras de dragones.

Con mucho cariño pero con firmeza le dijimos a Alicia que aquello que hizo fue un pecado contra la fe y que esa era la razón esencial por la cual ella tenía un bloqueo en su fe. Le preguntamos si ella se había arrepentido de eso que hizo de ponerle ‘su alma al dragón’. Ella dijo que no, que no sabía que eso era algo malo. (Lo curioso es que es una persona que frecuenta la Iglesia). También le dijimos que en la Palabra de Dios en ocasiones al enemigo se le describe como a un dragón. Le motivamos a que luego de la oración para que este proceso fuese efectivo ella debía hacer una confesión de sus pecados y específicamente de este para que un sello sacramental terminara con ello. (Esto lo dejamos en manos de ella pero es bueno aclarar que si esto no se hace luego es posible que los demonios regresen, pues el agujero debe ser llenado con la Gracia de Dios).

En este momento le preguntamos a Alicia si ella estaba de acuerdo en que necesitaba deshacerse o tirar ese dragón, como signo de renuncia a aquel estilo de vida que adoptó mientras tuvo esa relación de noviazgo. Ella dijo que sí.
¿Alicia estás arrepentida? ¿Estás consciente de el mal que esto trajo a tu vida? Ella con lágrimas en sus ojos dijo que sí. “Me arrepiento”. Entonces ella comenzó a temblar. (Esto es característico de algunas influencias de espíritus malos cuando ya sienten que no van a lograr seguir dañando a la persona se comienzan a manifestar).

“Alicia cálmate” le decimos “Debes ejercer tu voluntad de ser libre de todo esto”. Ella dijo que no sabía lo que le estaba pasando y que se sentía mareada. Nosotros sin poner mucho caso a sus temblores, mas bien enfocándonos en su persona le preguntamos: “Alicia ¿Crees que algún espíritu podría estarte molestando? ¿Nos permitirías hacer una oración de liberación por ti?” Ella dijo: “Sí, por favor, háganla”. (Nosotros en mi comunidad nunca oramos por liberación por nadie que no esté de acuerdo con ser libre de alguna influencia maligna). Oramos y cortamos con la influencia recibida de aquel ex-novio y de la práctica al rededor del dragón. Le invitamos a Alicia ahora poner su alma en Jesús y que lo dijera en voz alta. Alicia hizo una preciosísima oración. He notado que cuando las personas oran después de una liberación el Espíritu Santo se derrama poderosamente sobre todos los que estamos presentes.

Al terminar le recordamos a Alicia que para que la liberación fuera completa le faltaba:Ir al Sacramento de la Reconciliación y formalmente confesar su pecado contra la fe. Sacar de su vida todo objeto que la uniera a aquel estilo/relación, en este caso todos los dragones en su habitación y además mantenerse protegida en comunidad de amor y unida a Dios, pues el enemigo siempre andará como león hambriento buscando por donde morder.

Para concluir, Dios tiene Poder para liberar PERO hay varios factores que a veces no se dan para que esto ocurra:

1. Muchos creyentes miedosos que se rinden llorosos ante el mal y no luchan en fe contra el mal, comunidades llenas de llorosos que no se atreven a orar por los que sufren. Hace falta una generación Poderosa en el Espíritu Santo.

2. Una profunda falta de Amor de Dios en las familias y en la Iglesia que abre la posibilidad para que los faltos de amor abran puertas a prácticas esclavizantes. Hace falta una consciencia estable de que el Reino de Dios está aquí activo.

3. Una evangelización sin Poder de Dios que permite que personas en la Iglesia sigan esclavas de influencias malignas. Cuando el Poder de Dios se derrama en una evangelización lógicamente los espíritus malos brincarán de susto, como pasó en aquella sinagoga en la que entró Jesús y un creyente manifestó un espíritu malo. Hace falta transmitir el Poder del Evangelio, no sólo conceptos.

4. La falta de información sana y formación equilibrada en cuento al poder de liberación que contiene en sí mismo todo bautizado. Tenemos a Dios dentro. Nuestras casas y nuestros hogares estarán protegidos cuando nuestra forma de pensar sobre el enemigo cambie. No es lo mismo el pensamiento de un esclavo lloroso que de un Siervo de un Dios Victorioso. Hace falta practicar/obedecer más la Palabra de Dios.

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